También le arrojaron una botella y le increparon y persiguieron por la calle
24 ago 2011 . Actualizado a las 10:53 h.Borja Fernández tardará en olvidar sus primeras horas en A Coruña. Un grupo de una docena de aficionados radicales de la peña Riazor Blues insultaron y hasta llegaron a perseguir al jugador por el andén de Riazor durante su presentación como nuevo futbolista del Dépor. Los hinchas se congregaron en las escaleras que desde la plaza de Portugal bajan hacia el arenal en torno a las siete y cuarto de la tarde. Solo unos minutos antes Borja llegó al Playa Club, acompañado, entre otros, por su representante.
En cuanto se enteraron de que el nuevo futbolista del Dépor ya había accedido a las instalaciones no dudaron en entrar al encuentro del jugador. En ese momento, a la espera de la llegada de Lendoiro, en la sala se encontraban tan solo los periodistas convocados a la presentación y el propio futbolista, quien aguantó sin responder el chaparrón de insultos. «Borja muérete», o «Borja, c..., sal de Riazor» fueron algunos de los improperios que le dedicaron.
Entre el jefe de prensa del club y el empleado de la puerta lograron devolver a la calle a los ultras. Pero estos no cejaron en su empeño y se dividieron. En su afán por cubrir todas las salidas posibles, mientras un grupo permaneció a la puerta, el resto rodeó el Playa Club y bajó hasta el andén. No tuvieron que esperar mucho, pues Borja apareció enseguida acompañado por su representante, Teo Lázaro, y el directivo del club Jesús Rebollo.
Fue entonces cuando se sucedieron los momentos más tensos. Mientras el futbolista se encaminaba hacia las escaleras que suben a la rotonda de las Esclavas, uno de los radicales lo abordó y se situó a su par mientras lo insultaba. En ningún momento el futbolista se volvió hacia quien le increpaba y continuó andando.
A sus espaldas llegaron más ultras. Uno de ellos, especialmente exaltado, lanzó hacia el jugador una botella de plástico de dos litros de Coca-Cola llena de líquido. El objeto cayó cerca, pero no llegó a impactar ni en el futbolista, ni en su agente, ni en el directivo. Es más, el propio radical que increpaba a Borja se volvió hacia sus compañeros como para recriminarles la acción, mientras se daba la vuelta y los abandonaba al pie de las escaleras de las Esclavas. Sin embargo, el ultra que había lanzado la botella continuó persiguiendo al jugador, quien ya accedía al párking, y también entró al subterráneo, aunque salió al poco rato. Horas después el propio Borja comentaba con ironía en su Twitter: «No todo va a ser perfecto, ¿no?».