Grosso afirma que los dirigentes no son realistas con el dinero que manejan
14 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Cuando Luis Rubiales anunció públicamente la huelga de jugadores, tenía a su lado a un antiguo portero del Génova italiano. Leonardo Grosso (Bra, junio de 1943) es el presidente de la Federación Internacional de Futbolistas y viajó a España para apoyar a la AFE en su decisión de plantar cara a la Liga. Ahora explica para La Voz los motivos que han provocado la ruptura y se muestra esperanzado en una rápida solución.
-Ha estado en España apoyando a sus compañeros de la AFE en la convocatoria de huelga. ¿Qué situación se ha encontrado?
-En España hay dos problemas muy serios. El primero es que no existe un convenio colectivo. Luis [Rubiales, presidente de la AFE] me ha explicado que llevan tiempo negociando un acuerdo que otorgue garantías a los jugadores. Creo que no se puede iniciar la temporada si no se elabora. El otro problema es que hay clubes que no han saldado sus deudas y que siguen en la misma categoría en la que estaban. Es inaceptable. En Italia no habría forma de que esos equipos evitaran el descenso. Por mi experiencia considero que el problema de las deudas debería solucionarse con una modificación de la ley. Es necesario que el sistema ofrezca garantías suficientes para los pagos a los jugadores. Si no, la competición no puede continuar. Hay un contrato: el futbolista juega y el club paga. Es fundamental.
-¿Igualar el fútbol a otros sectores de negocio?
-El fútbol no es distinto a otros ámbitos. Necesita de tres cosas: reglas, controles y sanciones. Si falta alguna de ellas, el sistema no funciona.
-Los salarios de los futbolistas de las categorías superiores suelen ser altos. La huelga no parece una medida muy popular en la situación de crisis que atraviesa el país.
-La gente en muchas partes del mundo piensa cosas como esa: los jugadores ya tienen bastantes privilegios, no tienen derecho a hacer huelga. Eso es una locura. Los futbolistas también tienen derecho a garantías laborales. Son trabajadores y firman unos contratos. Entiendo que no es fácil explicar a la gente que no tiene empleo que los jugadores quieren cobrar esas cantidades que han firmado, pero es que es el sueldo que les corresponde por contrato. La culpa nunca puede ser del futbolista: él hace su trabajo. Es el club el que no cumple con su parte.
-Cobrar hasta once millones de euros por un año jugando al fútbol suena casi obsceno. ¿Cree en el tope salarial? ¿Funcionaría? ¿Los jugadores estarían dispuestos a hacer ese sacrificio?
-El tope salarial no es una solución a este problema. Lo que hay que hacer es obligar a los clubes a ser realistas. Si solo pueden pagar diez, entonces que no contraten jugadores por más de diez. Que no prometan quince y luego no puedan pagar. Es un problema de gastos globales de los equipos. Los dirigentes no son realistas con el dinero que entra en el club y luego se endeudan muy por encima de sus posibilidades. La FIFA está trabajando por el fair play financiero, pero no es un camino fácil. Y sin un convenio colectivo de mínimos en todos los países es una tarea mucho más complicada.
-¿Cree que hay alguna posibilidad de que haya fútbol el próximo fin de semana?
-Pienso que habrá solución. Pero me preocupa la falta de tiempo. Espero que mi amigo Luis Rubiales y los otros dirigentes puedan llegar a un acuerdo con la Liga. Aunque esto será imposible si se siguen dando decisiones unilaterales inaceptables como la que ha tomado la LFP.
- ¿Ve a algún organismo capacitado para ejercer de mediador?
-Las autoridades superiores como el Gobierno y la Federación tienen el deber moral de intentar forzar un acuerdo. Implicarse y hablar con las dos partes. Ejercer verdaderamente su papel, aunque finalmente la decisión dependa de la Liga y de la AFE.
leonardo grosso presidente de la federación internacional de futbolistas