«No tengo ningún problema por quedarme», aclara Guardado

a coruña / la voz

DEPORTES

27 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los silbidos que recibió en Vilalba impulsaron a hablar a Andrés Guardado, al que el club le había impuesto la ley del silencio desde su llegada la pasada semana. El mexicano culpó a la prensa, al club y hasta a su agente de haber creado una bola de nieve que se ha vuelto contra él. Remarcó que él nunca ha dicho que se quería marchar del Deportivo ni que se negaba a jugar en Segunda. Si se tiene que quedar, permanecerá a gusto. Y se irá si llega una buena oferta para todas las partes, pero precisa que ahora no hay ninguna concreta. Hoy por la noche, su agente, Mario Ordiales, se reunirá con Lendoiro.

«Se me ha faltado al respeto, y sin ninguna razón en firme», comenzó ayer el mexicano una rueda de prensa sorpresa, pues el club había anunciado que comparecería Jesús Vázquez. «En ningún momento he dicho que me quiero ir o que no quiero jugar en Segunda. No tengo ningún problema por quedarme en el Deportivo y jugar en Segunda». Es más, recordó que al llegar a México tras el descenso dijo que no tenía objeción en jugar en la categoría de plata, pero que la prensa coruñesa no se hizo eco de las declaraciones.

Empezó culpando a la prensa de haber dado por hecho lo que él nunca dijo: «Todo el culebrón que se ha armado lo han armado ustedes». Pero después también se refirió a la propia entidad: «El club lo ha provocado y ustedes [por los periodistas] lo han provocado». La entidad lo hizo «para recaudar algo de dinero», pues su marcha le interesa «más por un interés económico que deportivo».

Se le recordó que su agente ha declarado en varias ocasiones que Guardado no es un jugador de Segunda. «Es su forma de ver las cosas, piensa que podría estar en otro equipo. Pido perdón a la afición si la he ofendido por ese lado. Pero no es la primera vez que un representante dice una cosa que el jugador no siente», afirmó, quizá acordándose de su amigo Filipe Luis, y añadió que ya le ha dicho a Ordiales que no le gustaron esas declaraciones.

A día de hoy, no tiene ofertas en firme: «Se ha hablado de miles de equipos, pero no hay nada. No hay ninguna oferta en firme. Ninguna que llegue a las pretensiones del Dépor, y a mí no me gusta presionar para salir, y de hecho, aquí estoy trabajando muy a gusto».

En todo caso, si llega esa proposición interesante está abierto a irse: «A ambas partes les convendría una buena oferta para que yo saliese. Ojalá que pueda haber algo bueno, y si no es así, tanto el club como yo nos vamos a quedar supercontentos».

Decidió hablar ayer porque le «dolió» el trato que recibió en Vilalba por una parte de la afición. «Si me quedo, los insultos y los pitos no me van a impedir darlo todo por el equipo». «Ojalá este culebrón pueda terminar bien», dijo el mexicano como deseo final.