El madrileño dio la arena. Sea por las molestias en su rodilla derecha a causa de las caídas, por el cansancio del Giro de Italia o las influencias de un año difícil en lo personal con su caso de presunto dopaje pendiente de la decisión del Tribunal de arbitraje (TAS), la imagen de Contador descolgado en los puertos, alejado de la pelea entre los favoritos, ha resultado extraña por inhabitual.