«Estoy contento, no me sentía bien y solo cedí unos segundos»

luis miguel pascual LUZ ARDIDEN / EFE

DEPORTES

15 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Alberto Contador se vio lastrado por su rodilla derecha. «He sentido las consecuencias de las caídas de los primeros días, mi golpe de pedal no era tan bueno. Así cuesta mucho arrancar el motor», aseguró el madrileño. A pesar de haber perdido tiempo, el jefe de filas del Saxo Bank se mostró satisfecho. «Estoy contento, no me sentía bien y solo cedí unos segundos», indicó.

Contador no ha ocultado que no está en las mejores condiciones para ganar un Tour al que llegó fatigado por su participación en el Giro de Italia. De hecho, él mismo insistía en borrarse de la nómina de favoritos antes del inicio de la grande boucle. Pero casi nadie lo creyó, todos pensaban que era un farol hasta que la carrera le fue poniendo obstáculos en forma de cortes, caídas, averías y silbidos del público.

«Mi objetivo era correr a la expectativa, porque era la  primera etapa de montaña después de tantos contratiempos y tenía que ser un poco prudente y no arriesgar mucho», dijo el madrileño en la línea de meta. «Se ha visto desde el primer momento que los hermanos Schleck iban a jugar sus dos bazas, que iban a arrancar uno y otro. Al final, cuando se ha ido Frank, tampoco ha sido por fortaleza», comentó.

 Contador añadió que en la última parte de la etapa, «quizá por llevar un poco más de desarrollo de la cuenta», le molestó la rodilla derecha, dañada en una de las caídas que ha sufrido en la carrera. «Mis sensaciones no eran las mejores y mi pedaleo no era el natural. Pero estoy seguro de que iré mejor día a día», explicó.

Sobre el rendimiento de los hermanos Schleck en el estreno de la alta montaña, dijo que los dos «son igual de peligrosos, pero es cierto que es Frank el que se ha mostrado muy fuerte hasta ahora».

Andy Schleck

«La etapa no ha sido definitiva», aseguró un desconfiado Andy Schleck, visiblemente satisfecho con el resultado del primer test. «Pero no el último», agregó en un tono mitad prudente, mitad amenazante. «Hay que ver si Contador ha tenido un día malo o si es algo más», apuntó el luxemburgués.

Mientras, en el vagón de los postulantes al podio parisino se subieron dos nuevos pasajeros, los italianos Ivan Basso y Damiano Cunego. Entraron en el grupo de los mejores y mostraron fortaleza. El primero ha ganado dos veces el Giro de Italia, y el segundo, una. Más triunfos en grandes vueltas que los hermanes Schleck y que el australiano Cadel Evans. «Yo estoy aquí para ganar el Tour de Francia y hasta París ese será mi objetivo», sentenció Basso. ¿Otro farol?