Contador, contra el Tour y las dudas

mariluz ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El madrileño, al que el público francés silbó ayer, afrontará un recorrido para escaladores

01 jul 2011 . Actualizado a las 19:09 h.

Silbidos para Alberto Contador. Aplausos para Andy Schleck. Ni siquiera han empezado a rodar las bicicletas del Tour y el público francés ya ha dictado sentencia. Sucedió en la presentación de los equipos, un acto que se celebró ayer en el parque temático de Le Puy de Fou. El madrileño será perseguido por sus rivales, por la sombra de la sospecha después de su positivo por clembuterol en la anterior edición, y por el desdén de parte de los aficionados. Será un campeón sobre el alambre. El vencedor de tres Tours competirá más que nunca contra sí mismo, contra todo lo que supone ser ahora mismo Contador.

El líder del Saxo Bank llega a la gran cita del año después de ganar un Giro infernal y con más días de competición que nunca. Parece haber aprendido a conciliar la victoria y la incertidumbre. Aunque en el Tour todo se paga más caro. Schleck ha vivido en el polo opuesto. Esta temporada solo ha trabajado con un horizonte, la ronda francesa. Ha copiado el modelo de Lance Armstrong. En el 2010 estrechó el cerco y se quedó a solo 39 segundos del español. Probablemente ese mínimo margen evite que entre los dos favoritos florezca esa rivalidad complaciente que enervó a algunos el año pasado, aquello que Carlos Sastre definió como «una patraña de niñatos».

Territorio no les faltará para enmendarse. Afrontarán una carrera más generosa con la montaña que con la crono, dando alas al duelo en la cumbre entre Contador, que hubiera preferido más lucha contra el reloj, y el pequeño de los Schleck. El Tour se homenajea a sí mismo. Acude a los monstruos sagrados que con sus torcidos renglones han escrito su historia. Celebra el centenario del primer paso por el Galibier, que por primera vez será final de etapa. Y acude a mitos como el Alpe d?Huez o el Tourmalet.

La carrera comenzará mañana con una etapa en línea. No habrá prólogo, pero regresa la crono por equipos con afán madrugador, en la segunda jornada. El pelotón llegará primero a los Pirineos y luego a los Alpes. El recorrido también guarda emboscadas, etapas con aguijón, con muros finales. Pero guarda la esencia histórica. La que mantiene al Tour rodando.