Horacio Gómez dice que se fiaba de los técnicos en la toma de decisiones

Xosé Ramón Castro
X. R. CASTRO PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

La declaración del expresidente abrió la vista oral por el proceso concursal del Celta

14 jun 2011 . Actualizado a las 13:30 h.

Horacio Gómez se sentó ante el juez cinco años después de abandonar la presidencia del Celta. Gómez, señalado como culpable de la quiebra de la entidad en el informe concursal y de llevar a cabo prácticas contables torticeras encaminadas a enmascarar una grave situación económica, derivó toda la responsabilidad hacia su grupo técnico y de colaboradores. Dijo actuar siempre aconsejado.

Gómez Araújo, que fue el primero en declarar en la vista oral en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra, visiblemente nervioso, no entró en los motivos que llevaron a la entidad a no provisionar los 18 millones de las actas de Hacienda. «Yo no soy técnico en la materia y me fío de lo que dicen los técnicos. Mi acierto en el Celta fue rodearme siempre de los mejores. Fue una decisión jurídica, otros clubes tampoco lo hicieron [provisionar]. Hicimos lo que hacen la mayoría de los clubes», comentó. Preguntado por esas personas de relevancia que le llevaron a tomar tal decisión, indicó que contaba en su equipo con un notario «y con el director general, que también es economista». Apuntó que la Liga de Fútbol Profesional le había asesorado en todo momento.

En el mismo sentido, pero en referencia a todos los ámbitos, negó que su gestión fuese de corte presidencialista. «Éramos siete consejeros que nos reuníamos todos los lunes para hablar de fútbol». Alfredo Rodríguez, ex director general, confirmó el dato, pero precisó que eran informales y que las oficiales «eran tres o cuatro al año».

Catanha

Que jugadores que presuntamente ya no formaban parte del club formasen parte del balance como activos, fue una de las anomalías contables detectadas por la administración concursal. El caso más llamativo lo presenta Catanha, que en teoría acababa contrato con el Celta en el año 2006, pero existe otro documento, sin sello ni de la Liga ni de la federación con una prórroga de contrato. Gómez tampoco se mojó: «Desconozco en que términos se realizó la ampliación de contrato, lo hizo el director general. Creo recordar que se marchó a un equipo ruso».

Más contundente estuvo en este punto Alfredo Rodríguez. «Estaba sellado un contrato hasta el año 2006, pero se le amplió el contrato un año antes y se hizo otro contrato, que no fue depositado en la Liga porque no nos interesaba». Javier Tebas, ahora su letrado, llevó la negociación para que el hispano brasileño se marchase a Rusia.

Activación de la cantera

Con respecto a una partida en el balance dedicada a activar a los canteranos que alcanzaban el primer equipo, Gómez se detuvo en el caso de Borja Oubiña, con un valor de mercado de 10 millones. Recordó que tras su salida fue codiciado por muchos clubes. Sin embargo, tras su lesión, el jugador sigue en el club y no hubo ingreso alguno.

El discurso de Alfredo Rodríguez fue mucho más técnico. El ex director general dijo que con la activación «con ello tratábamos de darle una imagen fiel de la situación del club. La cantera tiene un gran coste, es una inversión pero también un activo. Michel Salgado costó 0 pesetas y lo vendimos por 2.000 millones. Clubes como el Athletic y el Espanyol lo hacían y nosotros también decidimos ejecutarlo».

José Manuel Patiño, el auditor de aquella época, puso como ejemplo el valor que tendrían ahora los canteranos del Barça.

Arqueo de caja

«Yo no llevé dinero para casa». Francisco Prada, en nombre de la administración concursal, le preguntó a Horacio Gómez si sabía los motivos por los que no aparecían 1,8 millones de euros en el arqueo de caja. La primera reacción del ex presidente fue instantánea. Quizás la más rápida de toda su comparecencia: «Yo no me llevé el dinero para casa, el club tenía una cajera que llevaba 40 años en la entidad». Precisó que, en sus tiempos, el Celta era un equipo grande que movía mucho dinero y que habitualmente al final de temporada los jugadores (sudamericanos) querían llevarse dinero líquido. Preguntado por el mismo punto el auditor, dijo que ellos analizan la caja «no miramos si hay billetes dentro».