Hamilton se disculpó por sus quejas y evitó una suspensión de hasta seis pruebas

redacción / la voz

DEPORTES

10 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Lewis Hamilton pudo haber pagado muy caras las palabras que salieron de su boca después del Gran Premio de Mónaco. En esa prueba el británico chocó primero con Felipe Massa y después con Pastor Maldonado. Fue sancionado en carrera. Y el piloto de McLaren no aceptó el castigo de buen grado. Cargó contra sus rivales y contra los comisarios. «Es ridículo. Estos pilotos son ridículos, simplemente estúpidos», dijo. Sobre la sanción, bromeó diciendo: «Quizás es porque soy negro». Las declaraciones podrían haber supuesto una suspensión de hasta seis carreras. Pero Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), admitió ayer en el diario The Times que no se adoptó esa decisión porque Hamilton se disculpó con todos los implicados.

Todt reconoció que la reacción de Hamilton no fue precisamente la apropiada y añadió que podrían haberle prohibido correr seis grandes premios, pero aseguró que el asunto ya está cerrado.

El británico, cuando supo que la FIA estaba estudiando su caso, pidió perdón a los comisarios que lo castigaron en la prueba monegasca. También se disculpó vía Twitter con Massa y Maldonado. Y envió una carta a Todt para mostrar su arrepentimiento.