El técnico reconoce que le molestaron las presiones desde el interior de la entidad, pero no considera culpable a Lendoiro
27 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Uno de los asuntos que más daño hizo a Lotina y que más controversia generó fue Valerón. Más aún, teniendo en cuenta el sensacional final del canario.
-¿Le hizo daño el caso Valerón?
-Valerón, en sí mismo, no. Quizá porque él es así. Es una persona difícil de encontrar. Él sí asume su responsabilidad. Asumió su rol en el campo. No se le puede decir nada.
-Pero fueron sorprendentes los ataques y las presiones que recibió incluso desde dentro del propio club.
-Eso no benefició a nadie. Eso perjudicó. Quisieron utilizar al bueno de Valerón, pero él nunca entró al trapo. Eso (los ataques) no ayudó nada.
-¿No llegó a discutirlo con él?
-Siempre tuve buena relación futbolista entrenador.
-Finalmente, la sensación que ha quedado es que sí claudicó ante la presión.
-Creo que el equipo con él se sentía más cómodo. Valerón nos daba unas cosas y nos quitaba otras. Nos daba más tranquilidad con el balón y nos permitía meter a Riki y Adrián arriba, que eran veloces, pero eso suponía que el equipo quedaba desequilibrado en defensa, como se demostró en el primer gol del Valencia. Optamos por él 4-3-1-2. Así hace años que en España no juega nadie, por algo será. Ese hándicap lo teníamos. Pero pensé que así crearíamos más ocasiones y que tendríamos más el balón. Pero sabía que tendría más problemas defensivos.
-Lo cierto es que usted no fue fiel a sí mismo, porque no creía en lo que estaba haciendo
-En un momento dado me dije: «No hacemos ocasiones». Y busqué esa solución. Asumí más riesgos.
-Usted dijo que se sintió apoyado por el presidente del club, pero es cierto que Lendoiro consintió que se le atacará y que le dejó solo muchas veces.
-Lo que no puedo ahora es ponerme a criticar ciertas cosas. Cuando yo renové aquí el año pasado, ya sabía dónde renovaba. Conocía muy bien como funcionaba el club. Acepté el funcionamiento del club. Lendoiro funciona así y me he sentido apoyado. No olvidemos que él no hizo caso a las críticas que desde dentro se me hacían.
-Bien, lo que me está diciendo es que Lendoiro no apretaba el gatillo, pero...
-La verdad es que yo no entendía las críticas desde dentro. Pero digo lo mismo. Y además, estoy convencido de que si llegamos a salvarnos, Lendoiro me habría ofrecido la renovación.
-Parte de los ataques, según se ha llegado a decir incluso en algún medio de comunicación, tenían su origen el propio hijo de Lendoiro.
-No sé, se me escapa eso. No merece la pena hablar de esto porque ya dije que sabía dónde estaba y lo aceptaba.
-¿No fue esperpéntico el tema de los fichajes de invierno?
-Creo que no nos sentíamos con el agua al cuello. Si hubiera sido así, quizá se habría actuado de otra forma. Pero al final no hay que olvidar que todo esto sucede por culpa de la situación económica. Defiendo que el club siga embarcado en una política de pagar la deuda. Eso tiene sentido y me parece bien siempre que te mantengas en Primera.
-Queda usted muy tocado tras el descenso. He oído como le han calificado de «enterrador».
-El tiempo dirá. Puedo decir que hay entrenadores de Primera que piensan que fue meritorio lograr la permanencia en los años anteriores.
-¿No fue vergonzoso el episodio de las lesiones?
-Hubo demasiadas lesiones y demasiadas demoras en los tiempos de recuperación. Pero no quiero hablar de este asunto. Me lo quedo para mí, prefiero asumir yo el tema. Si hablo, puedo dejar heridas para alguna gente que se queda. Cuanto menos se hable del pasado, pues mejor.