«Ser ciclista no es mi profesión, es mi vida»

La Voz

DEPORTES

24 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El portazo que ayer dio en Sierra Nevada la mala suerte cierra una «pasión». Con esa palabra definía Xavi Tondo el ciclismo. Fue ciclista pese a todo. El 20 de enero del 2004 estaba en la cola del paro. Había debutado un año antes como profesional en el equipo Paternina, una escuadra que se arruinó. Al desempleo. «Ese día en la cola solo pensaba en ser seguir siendo ciclista. Mi sueño», confesaba entonces. «Ser ciclista no es mi profesión. Es mi vida», aseguraba agradecido.

Xavi Tondo amaba el Tour de Flandes, una carrera que nunca corrió, y también el Tour de Francia. En enero, en el Tour de San Luis (Argentina), le dio la primera victoria al Movistar y ahora pedaleaba hacia su primer ronda francesa. A punto de cumplir uno de sus sueños. «Cuando veo el Tour de Francia por la tele no lo hago como un profesional, sino como un fan», decía.

Su gran oportunidad

Un veterano hecho en el ciclismo portugués que le rescató del paro. Ganó la Vuelta a Portugal, pero hasta los 30 años no acarició la élite, primero en el equipo Cervélo y ahora en el Movistar. Apenas conocía las grandes rondas. Su experiencia venía de otra fuente. De aquellos inviernos en la cadena de producción de una fábrica de cereales en Valls, cuando apenas tenía 18 años y hasta que cumplió 24. «Hacía de todo. Como era el chico de los inviernos, un año me tocaba empaquetar cereales; otras veces cargaba camiones».

Ahorraba en invierno para pedalear en verano. «Mi familia no era de mucho dinero y venía bien mi cooperación. Cuando estaba en la fábrica solo pensaba en ser ciclista. Y ahora que lo soy, sé que es un privilegio», aseguraba. En su casco llevaba el símbolo de infinito. No se ponía límites.

«Hace unos días hablé con Xavi por teléfono y le dije que era una pena haberle fichado ya con 32 años y no haber podido disfrutar de su optimismo y su calidad humana mucho antes. Y mira...», lamentaba Eusebio Unzúe, mánager del Movistar, en el hotel de Conegliano que ayer ocupaban los corredores del Giro de Italia. Un hotel en llanto. José Luis Arrieta, el director del Movistar, ha visto cómo se iban antes el Chaba Jiménez e Isaac Gálvez. Y ahora, Tondo. El de la sonrisa, el entusiasta.