«El equipo lo estoy viendo bien, mentalizado, quizá sea el momento de la temporada que menos dudas nos genera. Otra cosa es que la incertidumbre del partido, de lo que nos jugamos, pueda llevarnos a tener ansiedad». Ribera, el ayudante de Lotina, lo tiene claro: tan peligrosa como el Valencia esta noche puede resultar la presión que soporten los futbolistas del Dépor durante un partido de tanta trascendencia. El psicólogo deportivo Joaquín Dosil, habitual colaborador de Lotina, desgrana para La Voz las claves para vencerla.
«Centrarse en lo que realmente depende de uno mismo».
Dosil recuerda que la ansiedad es la respuesta a una situación estresante. «Hay varias maneras de trabajar esta presión competitiva: la más poderosa tiene que ver con el control de pensamientos, una estrategia que va enfocada a centrarse totalmente en la tarea, centrarse en lo que realmente depende de ti y no en pensamientos externos». Por ejemplo, en su opinión resultaría más adecuado centrarse, por ejemplo, «en la táctica que se va a utilizar, que en cómo va el Levante-Zaragoza». «Cuanto más centrado está en la tarea el jugador y menos en otro tipo de pensamientos -añade el psicólogo-, mayor probabilidad tendremos de controlar la ansiedad».
«Quizá hoy el vídeo no sea la estrategia más apropiada».
En anteriores jornadas, el cuerpo técnico del Dépor proyectó un vídeo a sus jugadores en los instantes previos al partido. Esta vez parece descartado. Así lo explica Dosil: «En partidos donde es necesario aumentar la motivación habrá que buscar algo que motive. En un momento como este, donde lo importante será tener controlado el nivel de activación, porque los jugadores van a estar muy motivados, no es necesario».
«El grado de conocimiento entre técnico y jugador es clave».
Las charlas individuales y colectivas se repitieron toda la semana a la vista sobre el césped de Abegondo y también en privado en el vestuario. «El trabajo colectivo va enfocado a que todo el mundo se centre en el mismo objetivo, que no es otro que sacar el máximo rendimiento a cada jugada y trabajar para ganar este partido. Y el individual trata de personalizar las respuestas que puede tener este partido en cada jugador», afirma Dosil, quien considera clave «el grado de conocimiento entre técnico y futbolista». «Lo que suelen hacer los entrenadores es hablar con unos de una manera y con otros de otra, dependiendo de cómo reaccionen ante estas situaciones», agrega.
«El trabajo tiene una línea de estabilidad emocional que no se rompe».
Dosil no cree en soluciones mágicas y estima que en esta situación límite hay que mantener las rutinas compartidas por técnicos y jugadores. «Este cuerpo técnico durante los 4 años que llevan en A Coruña ha logrado tener una estabilidad emocional como cuerpo técnico y transmitírsela a sus jugadores. Los entrenamientos deben mantener esa estabilidad, aunque puedan tener unos condicionantes diferentes. Lo importante ahora es regular la activación para que no se peque de un exceso de presión», advierte.