Guardiola, en el diván de Lotina

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El técnico culé invitó al del Dépor el pasado año a un vino en su despacho para hablar de fútbol

14 may 2011 . Actualizado a las 11:17 h.

Mañana se reencontrarán dos entrenadores que son amigos antes que rivales. Guardiola y Lotina compartieron tras el partido que la pasada temporada enfrentó al Barcelona y al Dépor en el Camp Nou una charla en el despacho del técnico culé que terminó por fraguar una amistad nacida muchos años antes, cuando ambos eran futbolistas, y que no ha dejado de crecer.

«Después del partido me dijo: ??¿Quieres venir a mi despacho un rato???. Y al entrar abrió un rioja y estuvimos hablando de fútbol», revela el entrenador del Dépor, sorprendido de la naturalidad de Guardiola, el ideólogo de un equipo al que el propio Lotina define como «seguramente el mejor de la historia», y con quien acabó compartiendo media hora de confidencias. «Estuvo un rato Unzué [hasta la temporada pasada preparador de porteros del Barça y actualmente técnico del Numancia], pero la mayor parte del tiempo estuvimos solos», explica.

La conversación giró en torno al balón. «Hablamos del partido, de la Liga, de los planteamientos, de su equipo, de él, del Madrid, de mi equipo, de otros; de lo que le hables, pero siempre de fútbol, a él le gusta hablar de fútbol», insiste el entrenador del Dépor, quien recuerda que siempre que se habían visto él y Guardiola habían hablado de fútbol, «pero nunca tanto como aquel día», matiza. «A él le encanta hablar de fútbol -añade-, ya lo conocía y sé que le apasiona».

¿Quién habló más? «Nos pasamos más tiempo hablando yo, pero si a él le preguntas, también te habla. Pero a él le gusta preguntar, saber por qué tomas tus decisiones. Es lógico. Todo el mundo le pregunta a él y él también quiere saber en qué basas las tuyas. Qué pensamos los demás de su equipo para mejorarlo. Pero cada vez que le preguntas algo también entra al trapo. Él se pregunta mucho y te lo hace saber», afirma.

Entre las confesiones del técnico azulgrana, la admiración por el trabajo de su homólogo en el Dépor. «Me dijo que le había gustado mucho nuestro equipo, que era muy difícil hacerle daño. Acabó el partido y tenía curiosidad por saber cómo lo habíamos planteado, era la curiosidad de alguien que solo piensa en fútbol», explica.

Guardiola se reconoció preocupado por su equipo, que había recuperado dos jornadas antes el liderato de la Liga, venía derrotar al Madrid en el Bernabéu por 0-2 y solo una semana después disputaría las semifinales de la Champions contra el Inter de Mourinho. «Era un partido clave para ellos, como así fue [el Barça ganó por 3-0 y acabó conquistando su segundo título seguido], y nos tenía bastante respeto», afirma Lotina.

Hasta se refirieron a jugadores. «Le hablé de Juan Domínguez, porque él no lo conocía. Le estuve explicando cómo era», recuerda. El canterano disputó aquel día [14 de abril del 2010, jornada 32] la última media hora de partido ya renqueante de problemas físicos. Fue su último partido de la temporada.

«No fue una charla entre profesionales -añade Lotina-, sino de amigos». Similar a la que el de Meñaca podría mantener con Mendilibar [actual entrenador del Osasuna], uno de sus mejores amigos en los banquillos, «pero hablando única y exclusivamente de fútbol. Él solo habla de fútbol, otras cosas no le interesan», apunta.

Guardiola y Lotina se reencontrarán mañana en el Camp Nou ¿volverán a verse a solas? «No lo sé. Depende de cómo vaya el partido y lo que tenga que hacer él. Seguro que no es algo que él tenga previsto, sino que le sale natural».