El fútbol, a los pies del Barcelona

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Logró ayer su tercera Liga consecutiva, noveno título desde que Guardiola es el entrenador

12 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Algo está sucediendo en el fútbol cuando un equipo consigue que el argentino Carlos Bilardo (con todo lo que conlleva su personaje) diga: «Todos tratan de jugar como el Barcelona», informa Efe. Por si fuera poco, el Barça de Pep Guardiola fulmina con su estadística reciente todas las referencias históricas que hasta el mismo Noi de Santpedor se encargó de recuperar. «Cruyff tiene la culpa, esa generación fue pionera», había dicho el actual técnico azulgrana, según Efe.

Sin embargo, los nueve títulos de la era Guardiola (una Champions, tres Ligas y dos Supercopas españolas, una Copa del Rey, una Supercopa europea y un Mundialito de clubes) y, sobre todo, la manera en la que su equipo interpreta este deporte, lo sitúan en lo más alto de la historia culé. En los tres años que el ex entrenador del Barça B lleva en el banquillo del primer equipo, solo se le han escapado tres competiciones de todas las que ha disputado.

El campeonato del Barcelona toma relevancia en una temporada en la que su máximo rival a nivel mundial, el Real Madrid, se gastó noventa y un millones de euros, setenta y uno más que los catalanes. Entre ellos, los que sirvieron para fichar al entrenador, José Mourinho, que la pasada temporada lo había ganado todo.

El resultado, además de un enconado pulso en el que se han quedado solos en casi todas las competiciones que han disputado, son unas estadísticas que dejan en ridículo a los demás supuestos equipos de élite españoles. El campeón lo será con una ventaja de una decena de victorias, treinta goles marcados y veintiún tantos encajados con respecto al tercer equipo clasificado, según estos baremos, lo que hace insuficientes incluso los óptimos registros del subcampeón madridista.

Ayer, en el mismo escenario en el que en el año 2005 Frank Rijkaard dio carpetazo a seis años sin títulos e inicio a la actual exitosa etapa basada en el fútbol de toque en toda la superficie del terreno de juego, el Barça de Guardiola volvió a ejercer de adalid de la cantera y protector del buen fútbol. Las generaciones venideras, con Thiago Alcántara, el hijo de Mazinho a la cabeza, ofrecen unas halagüeñas perspectivas de futuro para la parroquia culé.

Ayer también fue el día en el que Andrés Iniesta cumplió sus veintisiete años de edad y Abidal regresó a la titularidad tras la intervención quirúrgica de un tumor en el hígado, excusas perfectas ambas para recordar la vigencia de un modelo que se puso en cuestión en determinados momentos de la temporada.

El curso deparó alguna atípica situación para el dominador Barcelona, que supo manejarse en todas ellas hasta obtener el mismo resultado que la pasada temporada. El cuádruple enfrentamiento con el Real Madrid, decisorio para tres competiciones (Liga, Copa del Rey y Champions League) aportó un grado de crispación que se echaba de menos en los dos clubes más laureados del fútbol español.

El equipo blanco se hizo con su primera Copa del Rey en casi veinte años con un solitario gol en la prórroga, pero no pudo con el Barcelona en la competición continental y, sobre todo, en la Liga.

A partir de ahora, y con el campeonato nacional en el bolsillo, Guardiola comenzará a echar cuentas para la final de Wembley.