Obligado por un centro del campo cogido con pinzas, con la certeza en el cuerpo de que apenas quedan jornadas para rectificar nuevos errores y a la espera de la inminente llegada de un rival de campanillas, Lotina insistió ayer en la necesidad de que sus futbolistas salten esta noche al campo con la máxima concentración. «Estamos muy mentalizados para dar lo mejor de nosotros, porque es muy importante el partido, y el apoyo de la afición va a ser el 90% para mantener esa mentalización durante todo el encuentro. Dar lo mejor de nosotros mismos es fundamental en el aspecto individual y en el colectivo», insistió.
El técnico concretó en Juan Domínguez, a quien le pidió aportación en ataque y en defensa. «Si no tenemos balón y se va al ataque, le meto una. Y si tenemos balón y se queda en nuestro campo, le meto también», bromeó. «Juan Domínguez -añadió más serio- tiene mucha capacidad de trabajo y ahora mismo es el que más confianza me da en esa posición», reconoció.
El técnico también se refirió a la vuelta de Filipe, que disputará su primer partido en Riazor en las filas del Atlético de Madrid. «Filipe está bien otra vez, está disfrutando otra vez. Le costó adaptarse porque no es lo mismo jugar en el Atlético que en el Deportivo por el sistema defensivo. Cuando fuimos a Madrid me dijo: ?Tengo este problema, míster?. Y es que cada equipo defiende de una manera y hay mucha diferencia entre cómo defiende el Barcelona y el Madrid o el Atlético y el Deportivo», comentó.
Lotina es consciente de que se trata de un partido «clave» y de que para los equipos que, como el Deportivo, tienen «37 o 38 puntos» a estas alturas de la temporada, si ganan «uno de los dos o tres próximos partidos», estarán a un paso de la salvación.
Sánchez Flores
El entrenador del Atlético de Madrid no espera un duelo cómodo para su equipo esta noche. «Riazor nunca ha sido un campo amable, ni un campo donde se pueda ganar sin hacer las cosas bien. Entendemos que va a ser un partido difícil y en el que tendríamos que seguir con las mismas sensaciones si queremos sacar un buen resultado», insistió Quique Sánchez Flores, que recordó que la derrota del año pasado en A Coruña dejó «muy mal sabor de boca» a su equipo, porque «fue un penalti en el descuento, en una sensación agónica» con el conjunto rojiblanco en descenso.
El entrenador del equipo rojiblanco, además, analizó que el choque contra el Dépor va a ser un partido «de mucha fricción en los duelos». «El Deportivo es un equipo de medio campo para adelante que tiene jugadores muy interesantes y nosotros vamos a llevar el partido al lugar del campo y a la situación que más nos interesa», explicó Sánchez Flores.
«Si ganamos un partido de los próximos dos o tres, estaríamos muy cerca de la permanencia»
Entrenador del Deportivo
«Riazor nunca ha sido un estadio amable ni un campo donde se pueda ganar sin hacer las cosas bien»
Entrenador del Atlético de Madrid