Un triunfo más para Vettel, un podio menos para Alonso

mariluz ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El alemán ganó en Sepang y el asturiano fue sexto tras un toque con Hamilton que lo apartó del cajón

11 abr 2011 . Actualizado a las 20:21 h.

El Mundial es una autopista para Sebastian Vettel. El alemán suma dos triunfos en dos carreras. Nadie se le acercó en Sepang. Solo lo hicieron Jenson Button (McLaren) y Nick Heidfeld (Renault) cuando lo acompañaron en el podio. A Vettel le sonríe hasta el tiempo. Alguna tímida gota asomó cuando los pilotos tomaban posiciones en la parrilla. Pero solo leves insinuaciones de lluvia.

La tormenta perfecta no acudió al rescate de los rivales de Red Bull. Todos ellos parecen caminar a tientas, contando paradas, pidiendo ayuda al cielo y al asfalto, rezando para que un imprevisto cuestione la tiranía mecánica del campeón. Pero Vettel, con su gran superioridad, parece el único impermeable al azar, a los caprichos de los dioses. Fernando Alonso y Lewis Hamilton chocaron cuando luchaban por el podio. A Mark Webber lo dejó tirado el KERS en la salida. Felipe Massa se quedó varado durante segundos interminables en una de sus paradas... Lo único seguro en Malasia de principio a fin fue Vettel.

Alonso ayer acabó sexto. Ganó un puñado de puntos. Pero perdió un podio que tuvo al alcance después de remontar y de saberse capaz de doblegar a los McLaren. Porque el bicampeón volvió a salir mal y fue superado por Massa y los Renault. Vitaly Petrov se borró con un error propio. Y Massa fue víctima de un pit-stop interminable. Tras su primera parada, Alonso solo tenía por delante a Vettel, Hamilton, Kobayashi y Button. El Ferrari respondía con buenos tiempos. En el horizonte se veía la posibilidad de robarle un lugar en el podio a los bólidos plateados de Woking. Aunque Button, siempre buen pescador en río revuelto, estaba atándose a la segunda plaza sin fanfarrias ni estridencias.

El duelo repetido

Los dos siguientes pasos por talleres ajustaron el duelo del día. Una vieja batalla. A doce vueltas para el final Alonso por fin tenía a Hamilton a tiro, a poco más de un segundo. Y, con él, el tercer puesto. El británico se defendió con su conducción de aristas, con cambios bruscos de dirección. Como en los no tan viejos tiempos. Aunque otras veces le salió gratis, esta vez el piloto de McLaren fue castigado más tarde con 20 segundos de penalización, que lo relegaron al octavo puesto.

El español no podía exprimir totalmente su coche. El alerón trasero ajustable, que ayer hizo florecer los adelantamientos en la recta de meta, había dejado de funcionarle. Con la ayuda de este elemento hubiera superado con facilidad a un Hamilton que avanzaba a un ritmo inferior. Sin el DRS Alonso tendría que haber esperado, ser paciente con su presa. Pero no pudo contener su hambre atrasada. Se precipitó. Se lanzó sobre el inglés y lo embistió. El morro del Ferrari pegó contra la parte trasera del McLaren. Y ahí se acabó el sueño de los dos. El asturiano tuvo que improvisar una nueva parada para arreglar el alerón delantero de su coche. Adiós a la gloria de Sepang.

Tras la carrera, Alonso fue castigado también con 20 segundos por su maniobra, pero ese tiempo no alteró su clasificación. Su sexta posición en Malasia. Tan lejos de Vettel. Tan cerca del podio.

«La victoria ha sido más ajustada que en Melbourne. El equipo debe seguir empujando»

Piloto de Red Bull