Los portugueses se llevaron el protagonismo en la llegada del Madrid
26 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.A falta de veteranos madridistas con los que saldar viejas deudas (Guti, Hierro, Raúl, Míchel Salgado...), los dos portugueses más mediáticos del Real Madrid (Mourinho y Cristiano Ronaldo) protagonizaron la llegada del conjunto blanco a A Coruña.
Más de quinientos hinchas aguardaban a la entrada del hotel la presencia del autocar con las lunas todavía manchada, tras ser víctimas del impacto de algunos huevos lanzados durante el trayecto desde el aeropuerto al lugar de concentración.
Medio millar de aficionados que en su mayoría pusieron en escena su particular sinfonía para CR7 y Mourinho. Cuatro movimientos perfectamente diferenciados de una composición musical que comenzó con una ensordecedora pitada en cuanto el autocar, convenientemente escoltado, se aproximaba a un hotel cuyos responsables se vieron superados por la situación. Rodeado por improvisadas vallas y gente subida a peligrosos altillos, Pepe encabezó el desfile madridista que tuvo sus momentos álgidos, con el entrenador y el delantero como protagonistas.
La música de viento fue seguida por un contundente «¡Cristiano, mue-re-té!», preludio del «ese portugués, que hijo... es», tercer movimiento de la sinfonía, con el que fue acompañado el paseo de Mourinho -«tú sí que estás crecidito», se escuchó de boca de un veterano con una bufanda blanquiazul al cuello-. Un complemento menos discreto que el que lucía Cristiano Ronaldo en el momento en el que hizo su aparición.
Ánimo a los blancos
El delantero luso cruzó por delante de la muchedumbre a una velocidad que parecía estar corriendo la banda del Bernabéu. Fue ese el minuto justo en el que la melodía dio un cambio radical y se pudo escuchar un tímido «!Ronaaaaaldooooooo! Era el grito de aliento que unas jovencitas, ataviadas de blanco, regalaron al «futbolista más guapo del mundo», como repetía sin cesar una de ellas.
El ánimo al luso supuso el oasis en un desierto para el Madrid que Jorge Valdano pudo comprobar cuando su pelo engominado y su exagerada sonrisa fueron recibidos con fuertes silbidos. Aunque no faltó una veterana y también sonriente señora que le espetó «tú sí que eres guapo Valdano y no el niñato ese portugués». Fue la nota de humor para la recepción poco grata vivida por el Real Madrid.
Antes, en Alvedro, donde el avión procedente de Barajas aterrizó con 20 minutos de retraso, el ambiente fue diferente. Mucho más madridista y mucho más cariño mostrado por los futbolistas blancos, que no tuvieron problema por acercarse a los hinchas que aguardaban dentro del aeródromo para firmarles autógrafos. Kaká y Granero fueron los más sonrientes y los que más rúbricas regalaron a los presentes.