El Chelsea paga 58 millones de euros al Liverpool por el delantero español, que se marcha a los «blues» para ganar títulos.
01 feb 2011 . Actualizado a las 04:31 h.«Torres, Torres, nunca caminarás sólo Fernando Torres, el número 9 del Liverpool». Esta canción se oía varias veces cada partido en las gradas de Anfield. Era una prueba de la admiración y el cariño que la afición de los 'reds' mostraba al delantero madrileño. Sin embargo, la magnífica sintonía no ha impedido que el ariete español se marche. El ansia de títulos ha podido más que los sentimientos. Esa fue la misma razón por la que abandonó el Atlético rumbo a Inglaterra. El convulso e incierto rumbo del Liverpool en la presente campaña no le ha convencido y Roman Abramovich ha llamado a su puerta.
Fernando Torres cambia los 'reds' por los 'blues'. El delantero ya es jugador del Chelsea. El equipo londinense ha pagado 58 millones de euros por el madrileño, el mayor desembolso por un futbolista español. Además, se convierte en el quinto traspaso más caro de la historia por detrás de Cristiano Ronaldo (94 millones), Zidane (72), Kaká (65) y Figo (60). El Liverpool no ha podido rechazar tan suculenta oferta ante su precaria situación económica.
Y es que la marcha de Torres era cuestión de tiempo, sobre todo desde que el jugador pidió expresamente hace unos días que le dejasen marchar. Una forma de presionar y relanzar unas negociaciones que se culminaron este lunes, el último día del mercado invernal.
Las expectativas del jugador español no se habían cumplido en Anfield. Y el Chelsea lo sabía. Abramovich recurrió a su casi ilimitado talonario para conseguir a uno de sus futbolistas favoritos. El magnate ruso siempre pensó que 'El Niño', de 27 años, era el recambio perfecto para Didier Drogba, que cumplirá 33 el próximo mes de marzo. El extraordinario delantero costamarfileño es el emblema del Chelsea y aunque todavía tiene cuerda para rato, empieza a dar síntomas de agotamiento. En cualquier caso, el club londinense tendrá una dupla ofensiva letal con la que intentará recuperar la ventaja perdida ante el Manchester United en la primera parte del campeonato. Además, el Chelsea se convierte en uno de los máximos favoritos para conquistar la 'Champions'. Con la llegada de Torres, el cuestionado entrenador, Carlo Ancelotti, no tendrá un pretexto para no luchar por todos los títulos.
Ídolo eterno
En las tres temporadas que el 'Niño' ha estado en Anfield ha marcado 72 goles. Una cifra muy respetable que le ha convertido en titular indiscutible e ídolo de los aficionados. Su estilo potente y veloz se adaptó a la perfección al fútbol vertical y con espacios practicado en Inglaterra, donde predomina el juego directo con defensas más lentas. Pero Torres está acostumbrado a cargar con la responsabilidad de un club histórico. Ya le ocurrió en el Atlético.
Desde que debutó con 17 años se convirtió en un referente para una afición necesitada de ídolos tras el descalabro del descenso. La presión no fue un obstáculo para que creciese como futbolista.
Sin embargo, desde su llegada a la 'Premier' no todo han sido buenos momentos. Su trayectoria a Inglaterra está marcada por lesiones musculares que se han convertido en una auténtica pesadilla para el madrileño. Lo peor comenzó cuando tuvo que ser operado de una rotura de menisco externo de la rodilla. Así llegó mermado al Mundial de Sudáfrica, donde no pudo rendir a su nivel.
En la final de Johannesburgo acabó con otra rotura por lo que se perdió el inicio de temporada. Una vez recuperado, volvió a ver puerta con facilidad.
Pero sus goles no se transformaban en títulos. El jugador que ha conseguido todo a nivel internacional con una Eurocopa y un Mundial mantiene el casillero a cero en lo que a trofeos de clubes se refiere. Llegó a un Liverpool campeón de Europa dos años antes y con aspiraciones a luchar por la Premier. Pero los 'reds' ya no se parecen al equipo competitivo y temible al que llegó. Esta temporada vio cómo el Liverpool se descomponía con la marcha de Rafa Benítez, Mascherano, Benayoun o Aquilani. Incluso cambiaron los dueños del club, ahora propiedad de una empresa estadounidense.