27 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

l deportivismo goza en su recuerdo de grandes goleadores. Desde Elícegui, en los años 40, hasta los Makaay o Diego Tristán, sin olvidar a Amancio, Veloso y Pellicer, entre otros, que harían la lista muy larga, pero con parada especial en Bebeto, al que, como dice el paisano, «había que echarle de comer aparte». El estadio de Riazor disfrutó con tardes triunfales gracias a esos nombres que hoy, forzosamente, están en el recuerdo.

La realidad ahora es que Lotina sigue reclamando un 9, porque en la plantilla falta un jugador con gol, sino de la talla de los anteriormente citados sí que al menos ayude al equipo a superar la situación. Ayer, conversando con un brasileño, el hombre sacó a relucir el tema del fútbol y el goleador baixiño que fue Romario, a quien la prensa catalana coronó como el rey del gol. Romario y Bebeto libraron un muy dura pugna en las listas de goleadores brasileños y, años después, coincidieron en España, uno en el Barcelona, y el otro en el Deportivo.

Cuando Romario llegó al Barcelona, en la temporada 93-94, procedente del PSV Eindhoven holandés a cambio de 1.000 millones de pesetas, José Luis Núñez confesó: «Hace cuatro años que quise traer a Romario, pero entonces nos pidieron 500 millones...».