¿Quién no recuerda el golazo de Julio Álvarez al Celta en el año 2007? ¿O el derechazo desde el pico del área de Diego Castro al Osasuna la temporada pasada? ¿O el de Juan Domínguez, experto en pases medidos, a la Ponferradina? El denominador común es gallego.
Galicia exporta calidad en la pierna derecha del fútbol español. Los tres ejemplos mencionados se multiplican con recuerdos de antaño como Emilio Viqueira (mito del Xerez) o el propio José Ramón González, ahora entrenador del Montañeros coruñés.
Sin embargo, son estos tres los máximos exponentes de la destreza del fútbol gallego, completándose la nómina de hábiles con nombres como los de el ambidextro Jonathan Pereira (felizmente recuperado y con gol), Iván Pérez, Nacho Novo o Carlos Padín (otro clásico).
Julio Álvarez sufre ahora los rigores de la Segunda con el Tenerife, colista de la categoría. Otro gallego le acompaña en el vestuario, Sergio Aragoneses.
Diego Castro es ídolo sportinguista, pero sus goles memorables podrían ser celebrados la próxima temporada por los aficionados de otro club, el Getafe. El gallego forma dupla letal con otro galaico, Nacho Novo, regresado de la emigración escocesa. Dieguín, como le dicen en la tribunona de El Molinón, es atrevido incluso con los penaltis. En la memoria permanecerá el que lanzó al estilo Panenka el año pasado contra el Osasuna. Eran los minutos finales, el marcador con empate a dos y el descenso, demasiado cerca. Gol, por supuesto.
El deportivista Juan Domínguez destila calidad en el mediocentro. Lo hacía ya en el Fabril incluso con la alegría del gol, como el que consiguió frente a la Ponferradina un año antes de hacerse con un puesto en el primer equipo blanquiazul. Trashorras está bien acompañado en el fútbol de los diestros.