El Almería deja vivo al Dépor

Rubén Ventureira REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

El conjunto coruñés, que empezó bien, apenas dispuso de dos ocasiones de Lassad, que lanzó una al palo

14 ene 2011 . Actualizado a las 11:12 h.

Como viene ocurriendo desde Santander, el Dépor volvió a conceder demasiadas ocasiones a domicilio. Como no siempre va a tener una estampita a mano, como en San Mamés, perdió. Puede dar las gracias, porque solo lo hizo por 1-0. El Almería no mató la eliminatoria de cuartos, que se decidirá en Riazor, donde habrá más ambiente copero que en el estadio andaluz, por el que solo se acercaron 3.447 espectadores.

Y eso que la novela empezó bien. El Dépor, armado con un 5-4-1, arrancó animado y mandón. De la defensa de cinco se descolgaban con soltura Rindaroy y Manuel Pablo, y por las bandas entraban también Desmarets y Pablo Álvarez. Asustó con un buen centro de Rindaroy que fue cazado por Lassad, quien a la media vuelta disparó por encima del larguero (min 6). Fue su única ocasión de la primera mitad; creó más, pero contra su propia portería.

La primera la regaló Rindaroy, que perdió una pelota que acabó con un disparo lejano de Piatti (min 13). Después fue Rubén el que, una vez más, perdió un balón en esa zona donde Mauro Silva jamás se lo permitía. La jugada acabó con Ulloa plantado ante Manu, pero cuando el delantero iba a armar el disparo llegó Rochela para meter la puntera y desviar a córner (min 17). A la salida del saque de esquina, Rubén volvió a poner otro lacito al cuero, y la cosa acabó con otro disparo sin tiento de Piatti (min 18).

El Dépor revivía con sus errores al Almería, desplegado con su habitual 4-2-3-1 pero jugando a la contra. Tras esa cadena de ocasiones andaluzas, el partido se trabó. Más bien, lo frenó el equipo de Oltra a base de faltas en el mediocampo, con especial hincapié sobre Pablo Álvarez, al que se le vio más tiempo tendido sobre el césped que de pie. Y las pocas veces que los coruñeses lograron superar el campo de minas sus jugadas acabaron en fuera de juego de un despistado Lassad o en córner.

Sin ritmo y sin fútbol transcurría el partido cuando llegó el gol de Juanma Ortiz. Rochela falló en el despeje, la pelota le cayó a Ortiz, que, esquinado en el área pequeña, lanzó un centro-chut, un poco a ver qué pasaba. Lo que pasó fue que Rindaroy la introdujo en su propia portería (min 34), aunque el árbitro concedió en el acta el gol al rival. Lo del noruego contra el Almería empieza a ser paranormal: ya les regaló un tanto en Liga. La acción despistó aún más a Rinda, que se descentró a la hora de tapar su banda, por la que el Almería empezó a campar hasta el final del primer tiempo, al que se pudo ir aún con mayor ventaja si Míchel llega a acertar a batir a Manu (min 40).

Con Aythami en lugar de Lopo en la línea de cinco empezó el segundo tiempo, en el que Kalu Uche desperdició un pase valeroniano de Juanma Ortiz que olía a gol (min 47). Replicó el Deportivo con un disparo de Desmarets, el primero a puerta de los coruñeses, que atajó Esteban (min 48). Se animaron los deportivistas y Lassad, en una acción individual, se deshizo de los zagueros y disparó al palo (min 56); en el rechace, se reclamó penalti sobre Desmarets. El equipo herculino lo intentaba, pero no hilvanaba juego: las bandas eran un erial ofensivo, y los pivotes ni creaban ni destruían.

Ante al atasco mental, Lotina llamó a Valerón, que entró por Pablo. Pero todo viró a peor. Fue el Almería el que se creció y empezó a querer el balón y jugarlo con criterio, especialmente Piatti. Oltra reveló a Uche y colocó a Jonathan, un jugador del filial nacido en Burkina Faso (min 66). La primera que tocó, un empalme sensacional, no fue gol porque Manu estuvo gatuno (min 69). El centro había sido de Piatti desde la izquierda, que volvió a aparecer después para que Ulloa empujase a puerta, pero no llegó (min 71). El Dépor defendía mal en todas las zonas y Lotina relevó a un desaparecido Juan Rodríguez por Juca. Oltra hizo un favor al cambiar a Piatti y el Almería ya no llegó más. Tampoco lo intentó demasiado: se conformó con un 1-0, como ya había anunciado su técnico en la previa.