Juanito, que ya cumplió los 41 años, no se resigna a colgar las botas

Jose Valencia FERROL/LA VOZ.

DEPORTES

Ex jugador de Deportivo, Compostela, Betis o Racing de Ferrol es un habitual en el once inicial de Narón

27 dic 2010 . Actualizado a las 12:37 h.

Jugó en Primera con el Deportivo y con el Betis. Además, ha defendido los colores del Compostela -en donde se formó-, Toledo, Mérida, Levante, Racing de Ferrol y Narón, su actual club. El pasado 8 de diciembre Juanito cumplió 41 años aunque no ha perdido el gusto por el fútbol. Asegura que esa es la clave: «Sigo jugando porque me gusta y cada domingo, antes de que se inicie el partido, siento el mismo cosquilleo en el estómago que cuando dispute mi primer encuentro».

El fútbol a los cuarenta es posible. Juanito, que ahora defiende los colores del Narón, no es un caso extremo, único, hay otros jugadores de su edad que siguen en activo. Evaristo Lareo (25/11/1968) es el abuelo de la Tercera División gallega. A sus 42 años es uno de los habituales en el once inicial del Mesón do Bento. También está el caso del uruguayo Dani Fernández (11/5/1969), que juega en el Órdenes, aunque lleva dos meses parado por un trombo en uno de sus brazos y hasta es posible que tenga que dejar el fútbol por prescripción médica.

Juanito, que nació en Sigüeiro, no se resigna a colgar las botas: «No me marco una fecha para la retirada _señaló el jugador hace muy poco tiempo en una entrevista_ quiero pensar de año en año». Asegura que no mira la fecha de nacimiento en su carné de identidad y que seguirá jugando mientras su cuerpo se lo permita.

Sigue corriendo la banda, como siempre, ya que sabe que la velocidad siempre ha sido su gran virtud. No ha perdido esa chispa que siempre le ha caracterizado ni tampoco su capacidad goleadora. Esta temporada solo ha podido anotar dos goles, aunque no es menos cierto que su equipo, colista de Tercera, lo está pasando mal.

Juanito todavía recuerda los buenos tiempos y asegura que compartir vestuario con Fran, Mauro Silva o Bebeto fue todo un honor, aunque de aquella etapa lamenta que Arsenio no contara con él y que tuviera que salir del Dépor por la puerta de atrás.

Ahora, con el paso del tiempo, el jugador ya se habituó, aunque lo que más le costó cuando tuvo que jugar en Tercera División fueron los entrenamientos nocturnos, ya que toda su vida había sido futbolista profesional y se entrenaba casi siempre por la mañana o a primera hora de la tarde.