Pedro revienta el derbi catalán

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

19 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A Messi se le volvió a atragantar Cornellá, cortando su espectacular racha de goles fuera, y Villa estuvo discreto hasta el tramo final. Pero Guardiola tiró de su tercera vía y Pedro decició el derbi de canteras catalanas.

Hace dos años se convirtió en el efecto sorpresa de las seis copas que levantó el Barça. En la pasada temporada ninguneó a Henry hasta forzar su exilio americano. En esta campaña se ha ganado un puesto fijo en el tridente, cerrando el paso a Bojan y Keita -perjudicado por el definitivo paso atrás (posicional) de Iniesta-. Y ayer se doctoró decidiendo la visita más compleja para su equipo en lo que va de curso. El Espanyol solo había encajado un par de goles en casa hasta la fecha. Los mismos que le hizo Pedro en una sola noche. Y al olfato goleador hay que sumarle velocidad, toque y entrega. Un resumen fabricado en Canarias de las virtudes de un Barça irrefrenable. Un equipo abonado al cinco que, una noche más, convirtió en trámite la última media hora de encuentro.

Mientras hubo partido, los de Guardiola estiraron al máximo las dimensiones del campo de Cornellá. Casi todo se tejió a espaldas de Dídac y Chica, desbordados una y otra vez. Alves y Messi se asociaron por la derecha. Villa e Iniesta, en la banda izquierda. Pedro se movió a su aire y todo el equipo convirtió el choque en un ejercicio de presión asfixiante y salida rápida. Con los pericos intentando discutir la posesión culé, cuatro de los tantos visitantes llegaron a la contra.

Había anunciado Guardiola que frente al presumible juego físico rival (al final no fue para tanto) la receta estaba en tocar rápido. Y así sucedió. Nadie entretuvo más de lo necesario la bola y el Barça resumió en cinco o seis toques las jugadas en las que habitualmente invierte varias docenas. Robo en campo propio, pase de Busquets, pelota en profundidad de Messi y gol de Pedro (0-1, minuto 18). Recuperación, pared entre el canario y el argentino, chut de la Pulga y el 17 que convierte el rechace (0-3, minuto 58). Pérdida del Espanyol y balón que saca Xavi para que Messi (en fuera de juego) conecte con un Villa lanzado hacia Kameni (1-4, minuto 75). Y en el quinto, nueva contra de Xavi y el Guaje rematada con el doblete del asturiano.

De las complicaciones que anunciaban los de casa no hubo más que un voleón de Callejón que sacó espectacularmente Valdés y una galopada de Osvaldo para terminar con la prolongada imbatibilidad culé y poner unos minutos de picante en el duelo. Las buenas intenciones de la chavalada que entrena Pochettino las cortó con acierto un espléndido Puyol, barrendero a las costas del ofensivo Alves.

Los mayores síntomas de que lo que se jugaba era un derbi los pusieron una grada animosa, que acabó entregada a Iniesta -doblemente ovacionado por su gesto con Jarque en el Mundial-; un Baena hipermotivado que pudo haber visto la roja, y una buena dosis de la habitual polémica.

Además del tanto en el que hubo fuera de juego de Messi, también se pidió otro en el gol de Xavi (este, no existió) y se denunció mala fe visitante en la diana inaugural, en la que Callejón estaba tirado en el césped, víctima de una mala caída tras entrar a Puyol en falta.

Discusiones apagadas por la inmensa superioridad de la ya experimentada cantera culé sobre la bisoña camada blanquiazul, que augura un notable futuro para el vecino pobre de Barcelona. A la espera de esos días de gloria perica, un canario reina en Cornellá.