Así era el fútbol de los tatarabuelos

Rubén Ventureira A CORUÑA/LA VOZ.

DEPORTES

El árbitro era el único que conocía el reglamento y los jugadores, que se lavaban tirándose cubos los unos a los otros, iban tras el «match» a presumir al baile

10 dic 2010 . Actualizado a las 03:13 h.

La identificación de la foto más antigua conocida del Deportivo (publicada ayer por La Voz) es una buena excusa para hablar de los inicios del club.

El primer partido formal de fútbol se jugó en A Coruña en 1904, en la plaza de toros. Dos años después, en 1906, se fundó el Deportivo de la Sala Calvet, entidad que tenía su sede en la calle de la Galera, en el local que hoy ocupa el hostal Mara. A lo largo de ese año disputó sus primeros partidos.

1907 se abrió con un un choque el día de Reyes entre el conjunto deportivista y los tripulantes del vapor inglés General Gordon, dirigidos nada menos que por el capitán del buque. «Los jugadores ingleses, muy conocedores de este sport, desplegaron excelentes recursos y grandes bríos. Contaban con un portero habilidosísimo», narra la crónica de La Voz. Pese al guardameta, ganaron los coruñeses por 7-1, en el que es el primer partido documentado del Dépor contra un rival extranjero.

Los primeros partidos oficiales

Pero lo importante de aquel 1907 era el Campeonato de Galicia y Asturias, que se disputó en agosto, en plenas fiestas de María Pita. Para lograr plaza para este torneo, el Dépor tuvo que eliminar al otro equipo local, el Coruña, lo que hizo tras ganarle dos partidos, ambos disputados en el Corralón de A Gaiteira. En el primero, jugado el 21 de julio de 1907, se impuso por 2-1. Este el primer encuentro oficial disputado por el Dépor. En el siguiente choque, disputado el 25 de julio, venció por 5-1.

El 24 de agosto se enfrentaron el Pontevedra Sporting Club y el Deportivo. A ese encuentro (o «prueba», como le llamaban en la época) corresponde la foto hasta hoy datada como más antigua. Ganaron los fóraneos por 1-2 en un partido de 90 minutos con un descanso de cinco, pero pudo ser peor. La crónica de La Voz destaca al portero local, Fojón. «Con decir que evitó durante la prueba unos veinte goals, está hecho su mayor elogio». Los porteros estaban de aquella muy exigidos, que diría Arsenio, pues los equipos jugaban con solo dos defensas, a los que acompañaban tres medios y cinco delanteros. El fútbol era entonces una novedad y no existían los rivalidades, pues el público que asistió al Corralónanimó al conjunto de casa, pero también al de fuera: «El equipo pontevedrés desarrolló todo su juego con una impetuosidad formidable. Las cargas fueron realmente estupendas y arrancaron a veces calurosos aplausos».

El campeonato concluyó con un encuentro entre el Deportivo y el Fortuna de Vigo, que venció por 1-7 y se proclamó campeón. El Fortuna, germen del Celta, se llevó los elogios de la prensa y del público coruñés: «El equipo vigués estuvo sencillamente admirable. Pasando y combinando hicieron hicieron verdaderas filigranas los simpáticos muchachos, a quienes repetidas veces se aclamó con entusiasmo».

Como campeón, el Fortuna se llevó una copa, once medallas de oro sobre plata y 500 pesetas en metálico. El subcampeón, el Pontevedra, recibió once medallas de plata y 500 pesetas.

Virgilio Rodríguez Rincón, que jugó con el Dépor los dos partidos del campeonato, contó las curiosidades de aquellos tiempos en un reportaje de Vicente Leirachá publicado por La Voz el 26 de enero de 1987. Solía arbitrar los partidos siempre el mismo, el coruñés Manuel Monteagudo, porque era el único que se sabía el reglamento; no había protestas porque nadie sabía más que él. Los jugadores se lavaban tirándose cubos unos a otros. Y, tras los partidos, los jugadores se iban al baile, donde los héroes del «foot-ball» lo tenían más fácil para ligar. En eso, el fútbol no ha cambiado.