El californiano recupera la inspiración en el Chevron World Challenge despue?s de más de un año sin celebrar títulos
06 dic 2010 . Actualizado a las 03:30 h.Eldrick Woods vuelve a jugar como Tiger. El deportista más dominante del siglo XXI recobra las buenas sensaciones después de un año engullido en una espiral de problemas familiares en su vida y una tremenda falta de confianza en el campo. Anoche, volvía a defender el liderato en la última jornada de un torneo. Desplegó todo su repertorio, precisamente, en el torneo que él mismo organiza a través de la fundación que lleva su nombre. Empezó su última vuelta con 199 golpes, 17 bajo el par del Sherwood Country Club (Thousand Oaks, California), con cuatro de ventaja sobre el norirlandés Graeme McDowell, segundo, y ocho sobre el inglés Paul Casey, tercero.
Errático durante gran parte de este 2010, Woods presentó el sábado su tercera tarjeta por debajo de los 70 golpes (65+66+68). En los últimos doce meses solo lo había conseguido en el Deutsche Bank de los play offs de la FedEx Cup, de los que luego quedó eliminado de forma prematura por primera vez en su carrera. Tiger peleaba anoche con McDowell por conseguir su primer título desde que levantó el Masters de Australia el 15 de noviembre del 2009.
El premio, para la fundación
El Chevron World Challenge reparte una extraordinaria bolsa de cinco millones de dólares entre 16 jugadores, con 1,2 para el ganador. Woods, que ya ganó el torneo en cuatro ocasiones anteriores, suele donar el premio a su fundación, volcada en labores sociales. En el Sherwood Country Club, un campo diseñado por el legendario Jack Nicklaus, encontró desde el jueves la regularidad que tantas veces le faltó esta temporada.
Perpetró en los últimos meses algunas de sus peores actuaciones de su carrera. Fue penúltimo en el Bridgestone Invitational. Y sus resultados no le otorgaron siquiera plaza en el equipo norteamericano de la Ryder Cup, al que llegó gracias a una invitación del capitán, Corey Pavin. Aunque, al mismo tiempo, dejó momentos meritorios. Brilló en su reaparición en el Masters antes de terminar cuarto, se dejó ver entre los mejores en el US Open y hasta ofreció una brillante despedida en el duelo contra Europa después de un inicio errático.
En el Chevron World Challenge, el último torneo del año para Woods, respondió con aciertos a cada desliz. El sábado cometió un bogey en el hoyo 2, al que le siguieron birdies en el 5, 6 y 7. Tras su fallo en el 15, le volvió a ganar golpes al campo en el 16 y 18.