Desde agosto, Roger Federer escucha los consejos de Paul Annacone, el ex tenista que guió como entrenador los últimos años de la carrera de Pete Sampras. Así que el triunfo de ayer supone el primer gran título que gana con su nuevo técnico, que se une a su equipo anterior, en el que figuran el capitán del cuadro suizo de la Copa Davis, Severin Luthi, un técnico con un perfil más bajo, y su preparador físico, Pierre Paganini. Su círculo de confianza lo completa su mujer y también representante Mirka Vavrinec, que lo acompaña a los torneos.
Voces diversas
Guiado en sus comienzos por Peter Carter y Peter Lundgren, Federer cambió de entrenador con cierta frecuencia durante sus mejores años. Estuvo asesorado por el ex jugador Tony Roche, por el español José Higueras y tentó, sin éxito, a Darren Cahill, pues este no le podía garantizar la dedicación en exclusiva por un compromiso previo con Adidas.
En agosto comenzó a trabajar, en pruebas, con Paul Annacone, que ocupó el banquillo de Sampras cuando el estadounidense celebró sus nueve últimos títulos del grand slam, pero que también asesoró a jugadores como Marat Safin y Tim Henman. El acuerdo con Federer se hizo público a finales de agosto. «Las experiencias de Paul con Pete pueden suponer una fuente de inspiración», explicó el jugador suizo. «Es agradable oír a una voz fresca y diferente para un cambio», añadió. Ayer, muchos se preguntaron si no fue el norteamericano el que eligió una estrategia tan marcadamente ofensiva para el partido contra Nadal.
El triunfo en el torneo de maestros prolonga el estado de gracia de Federer, que en las últimas semanas se había hecho con los títulos de Estocolmo y Basilea, aunque perdió en las semifinales de París-Bercy.