El duelo de Liga de Campeones de mañana contra el Twente se ha convertido en un partido a vida o muerte para el entrenador del Inter de Milán, el español Rafael Benítez.
Otra derrota y el hasta ahora desafortunado sucesor del hacedor del triplete, José Mourinho, estará prácticamente despedido. «Hasta el miércoles seguiremos así», dijo el presidente del Inter, Massimo Moratti, tras la derrota por 2-1 el domingo ante el Chievo Verona. Fans y medios de comunicación entendieron la frase como un ultimátum para el técnico español.
El defensor del título cayó al sexto puesto en la Serie A y tiene ya nueve puntos de desventaja respecto al líder, el Milan. Hacía seis años que el Inter no estaba tan mal. Después de cinco partidos sin victorias, el campeón imbatible de la pasada temporada no es más que una sombra de sí mismo. Mourinho no puede entenderlo. «¿Cómo?, ¿Ha vuelto a perder? ¡Increíble!», comentó el portugués.
Benítez no se rinde. «Siento que se confía en mi al cien por cien», aseguró el español, que dejó asombrados a los periodistas de Milán. La inseguridad y las dudas sobre el entrenador son claramente palpables en el Inter, incluso aunque Benítez se empeñe en lo contrario.
«Si ganamos el miércoles al Twente, todo cambiará. Todavía creo en el título de campeón», aseguró el ex técnico del Liverpool, que ve complicada su labor por las muchas bajas.