Un «intruso» en el podio del Rali Botafumeiro

M. F. REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Iván Raña, triatleta aficionado al mundo del motor

22 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Iván Raña (Ordes, 1979) es triatleta. Pero tiene debilidad por las ruedas. Flirteó con el ciclismo y corrió una temporada en el Xacobeo Galicia. Y el pasado fin de semana firmó su segunda participación en el Rali Botafumeiro, con su hermano Manuel de copiloto. Fue séptimo en la general. Subió al podio en su grupo. «Y no hice ningún trompo», comenta Raña sin disimular su orgullo.

«Es una experiencia muy bonita, difícil de contar con palabras. Siempre tienes algún sustito, alguna pasada de frenada, porque estos no son coches fáciles de llevar y al principio no se veían ni las vallas. Pero nos fue bastante bien. Me gusta el mundillo del motor. Pero esto creo que acaba aquí. Me quedo con el triatlón, ahora tengo que centrarme en este deporte y en los Juegos de Londres. En el futuro, ya se verá», dice el ordense. Raña relata que fue «de menos a más» y que en los últimos tramos se sintió muy cómodo a pesar de la lluvia y el barro, porque «mola conducir en estas condiciones». Aunque tuvo sus problemas con el casco. «Hubo un tramo en el que me lo puse mal y se me iba cayendo hacia delante, tapándome los ojos. Lo tenía que sujetar con una mano. Además, era de noche y le gritaba a mi hermano Manuel: ''¡Canta bien, por Dios!''». Creo que, debido a la tensión, fue el tramo que mejor cantó. Yo iba muy cabreado conmigo mismo. Menudo error de novato. Me decía: ''¡Qué tonto soy! ¡Qué tonto soy!''», explica.

Estar en la salida, un reto

Pero la gran aventura ya fue conseguir estar en la salida del rali. «Estoy reventado física y mentalmente, pero es por el hecho de haber montado el equipo en tres semanas con un grupo de amigos y de pequeños patrocinadores. El piloto Luis Penido renunció a competir para poder impulsar esta iniciativa. Mi hermano Antón también pudo competir junto al nadador Marcos Rivera. Y Penide nos ayudó con la puesta a punto del coche», indica el triatleta. Recuerda que el objetivo era servir de escaparate para Cogami, una organización no gubernamental que trabaja con personas discapacitadas.