Un gran cabezazo de Webó fulmina la reacción del Sevilla

Antonio Gutiérrez SEVILLA/EFE.

DEPORTES

22 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Real Mallorca se llevó los tres puntos del Sánchez Pizjuán (1-2) con un tanto del camerunés Pierre Webó en el minuto 90, en un partido muy serio del conjunto balear, que devolvió al Sevilla a la cruda realidad, ya que el equipo andaluz estuvo siempre perdido y a merced del rival.

Salió el Sevilla al campo con la clasificación bien aprendida, en la que el empate a uno del sábado entre el Villarreal y el Valencia le daba la oportunidad de, si sumaba los tres puntos, auparse a la cuarta plaza de la tabla. Por ello, los de Gregorio Manzano quisieron tomar el mando del choque ante un rival complicado al que conoce bien el entrenador jiennense de su reciente paso por el banquillo balear.

El Mallorca complicó mucho los propósitos de los locales con un juego ordenado que precipitó los errores del rival, y fue el holandés Jonathan De Guzmán el primero que puso en aprietos al meta Andrés Palop, quien reaparecía tras varias jornadas lesionado. El dominio de la formación insular se acrecentó por momentos ante el despiste generalizado del adversario, por lo que el gol se veía llegar en cualquier momento, como en una acción del francés Michael Pereira que evitaron entre Palop y Alexis Ruano.

Mejor juego de los visitantes

Justo premio a su mejor juego fue el tanto del conjunto que entrena el danés Michael Laudrup, con una contra que aprovechó el uruguayo Gonzalo Chori Castro para darle un pase en profundidad a Pereira y que éste no perdonara ante la salida de Palop.

Reaccionó el Sevilla en el tramo final de la primera parte y Álvaro Negredo, el más luchador de su equipo, lo intentó en un par de ocasiones e incluso reclamó un posible penalti sobre él en un salto de cabeza, pero el empate no llegó en el primer período. Manzano, desde el inicio de la segunda parte, puso toda la artillería con la entrada del delantero brasileño Luis Fabiano y con Abdoulay Konko.

Fue Luis Fabiano, de cabeza, el que remató con fuerza a las primeras de cambio y enseñó los buenos propósitos de los locales, que entonces sí tomaron el mando en busca del empate.

El Mallorca se dispuso sobre el terreno algo más replegado para rentabilizar el 0-1, pero nunca perdió el orden ante los continuos intentos de los sevillistas, quienes, conforme avanzó el choque, perdieron fuelle y pecaron de precipitación.

Los visitantes, vista la falta de operatividad local, entraron al tramo final con mucha seguridad en sus opciones de triunfo, pero Luis Fabiano, que tuvo el empate en un cabezazo, lo logró minutos después, en el 88. Un empate baldío, pues en el 90 Webó puso el 1-2 definitivo con otro gran tanto de cabeza.