Amistoso ibérico en Lisboa con sabor a Mundial

Ignacio Tylko LISBOA/COLPISA.

DEPORTES

Vicente del Bosque y Paulo Bento destacan el alto nivel del duelo de Lisboa: «Es de lo mejor que se puede ver»

17 nov 2010 . Actualizado a las 10:19 h.

Pocas veces un amistoso tuvo tanto valor tangible, y simbólico, como el que enfrenta hoy a Portugal y España en el estadio Da Luz, grandioso escenario del Benfica en el que un gol de Nuno Gomes condenó a la selección que entonces dirigía Iñaki Sáez al fracaso en la primera fase de la Euro 2004. Dos viejos rivales ibéricos, con cuitas pendientes muy recientes por el éxito hispano en Sudáfrica, se unen ahora para dar un espaldarazo a su candidatura conjunta al Mundial 2018 y celebrar el centenario de la proclamación de la República lusa.

A escasas dos semanas de la votación de la FIFA, que tendrá lugar en Zúrich el 2 de diciembre, la propuesta se promociona con un duelo magnífico. «Queremos ofrecer un gran espectáculo entre dos grandes selecciones con enormes individualidades. Es de lo mejor que hoy se puede ver», insisten tanto Del Bosque como su colega Paulo Bento.

La presencia de ocho jugadores del Barça en la selección nacional y de Carvalho, Pepe y del imponente Cristiano Ronaldo en el bando opuesto, nos trasladan al gran clásico que se avecina en el Camp Nou. Aunque los protagonistas se empeñen en proclamar a los cuatro vientos que lo único importante ahora es trabajar en la campaña de una candidatura, y por más que en la lista española haya cinco madridistas, es inevitable mirar ya hacia Barcelona. Y sobre todo si Mourinho está en boca de todos y resulta que no fue seleccionador de su país sólo porque el Real Madrid cumplió con su obligación de aplicar la ley de incompatibilidades.

Del Bosque condimentó un poco más el partido al recordar sus «tonterías» de futbolista y compararlas con ciertos «recursos técnicos» de Cristiano como la espaldinha. Y anticipó que no reservará a nadie pensando en los clubes y en la Liga. Por tanto, Xavi jugará hasta que sus cargados tendones de Aquiles digan basta.

Torres lo tiene más difícil, ya que arrastra unas molestias en el tobillo que casi le dejan en casa, donde sí se quedó Mata por una dolencia de rodilla. Una baja menos sensible que la del local Fabio Coentrao, lateral del Benfica que estaba en la agenda de Mou y por quien el Milan ofrece 22,5 millones de euros.

Borrar la imagen de Argentina

España guarda un recuerdo ingrato de su último amistoso, con derrota ante Argentina (4-1) en el Monumental de River. La albiceleste salió con mucha más intensidad pero los españoles consideran desmesuradas las críticas. «Fue un contratiempo pero nunca se puede dudar de nuestra profesionalidad. Tenemos el hándicap de que todos rivales quieren derrotar a los campeones del mundo», subrayó ayer el capitán, Iker Casillas.

Los campeones defienden su prestigio y su estilo, esa forma de buscar siempre el gol que ha enamorado incluso a Joseph Blatter, el presidente de la FIFA. Lo hacen frente a los súbditos del rey Cristiano. Los de Del Bosque saben que es profundo, con regate, potencia y «multitud de cualidades que sólo tienen los grandísimos delanteros». En la Eurocopa, Capdevila y Ramos, ayudados por los medios, le anularon.

España se espera una Portugal más fuerte y valiente que en ese choque de Ciudad del Cabo donde Fernando Llorente salió desde el banquillo, triunfó y marcó un punto de inflexión en su carrera. Entonces pasaba inadvertido. Ahora es imagen de la nueva camiseta que estrena la selección, ya con el logotipo de FIFA y la estrella de campeones en el pecho.

De la mano de Paulo Bento, los lusos pretenden imitar a España y marcar tendencia. «Queremos el balón y ser protagonistas. No defender y mirar cómo juega España», afirma el ex centrocampista del Oviedo, que ha mejorado el rostro de su selección desde que sustituyó a Carlos Queiroz en el banquillo y ha enderezado el rumbo de los suyos hacia la Eurocopa.