En poco más de dos meses, ha mantenido conflictos con jugadores, árbitros y otros entrenadores
16 nov 2010 . Actualizado a las 11:00 h.A José Mourinho le bastaron poco más de dos meses para poner en tensión a todo el fútbol español con su agresiva dialéctica, cada vez más caliente y a solo dos semanas del gran clásico en Barcelona. No hay semana en la que el técnico del Real Madrid no acapare los titulares de los periódicos, eclipsando incluso a las estrellas del campo, a futbolistas como Cristiano Ronaldo, Iker Casillas o Lionel Messi.
La tensión subió a niveles insospechados en los últimos días con su enfrentamiento con el modesto técnico Manolo Preciado, quien le llamó «canalla». Tras el partido del domingo en Gijón hubo nuevos incidentes que ayer se fueron conociendo.
La irrupción de Mourinho en el fútbol español no está dejando indiferente a nadie. Unos aplauden su sinceridad, otros aluden a sus estrategias de motivación, los hay quienes detestan estos métodos y también quienes piden actuaciones contra el portugués.
Afines y detractores
El mismo Preciado se encargó de airear ante la prensa que por teléfono recibió el apoyo de compañeros de profesión como Josep Guardiola, técnico del Barcelona; Unai Emery, del Valencia, o el argentino Mauricio Pochettino, del Espanyol. Se supone que todos ellos rechazan los métodos de Mourinho.
Y como el portugués sigue siendo una máquina de generar noticias (y rumores), ayer se hablaba de nuevos incidentes protagonizados por Preciado y Mourinho tras el encuentro del domingo, con versiones diferentes dependiendo del lugar de procedencia.
En lo que parece haber consenso es en que Manolo Preciado se acercó al autobús del Real Madrid y sostuvo una agresiva discusión con los componentes del cuerpo técnico blanco. A partir de ahí, cada fuente ofrece un desarrollo diferente de los hechos.
Según explicaba ayer el diario Marca , «Preciado se llevó sus manos a los genitales y tiró una botella al autobús del Real Madrid».
El técnico del Sporting sostiene una versión diferente y ayer aseguraba que Mourinho y sus ayudantes le hicieron gestos provocativos con las manos, señalándole que su equipo descenderá a la segunda categoría del fútbol español. Y añadió que el central Pepe también realizó gestos obscenos hacia él y su equipo.
Mourinho no ofreció rueda de prensa tras el partido, pues cumplía el primer partido de los dos que tiene de sanción por mandar «a la mierda» a un árbitro.
Valores
El portugués ya sabe que tiene el apoyo de sus futbolistas. «Los jugadores tenían ganas de dedicarle el triunfo a Mourinho», explicó Aitor Karanka, ayudante del primer entrenador, tras el encuentro ante el Sporting de Gijón.
Otros profesionales no tienen un sentido tan pragmático del fútbol. Es el caso del centrocampista Alberto Rivera, formado en las categorías inferiores del Real Madrid y actualmente en el Sporting, quien ayer manifestó: «El Real Madrid que yo conocí tenía otros valores. Entre otras cosas, nos enseñaban a ganar y a perder. Y también a tener respeto por el rival».
La realidad es que el Real Madrid de Mourinho comienza a vivir cada partido fuera de casa casi como un conflicto bélico. Hacía muchos años que el fútbol español no tenía el grado de crispación que ahora soporta coincidiendo con el aterrizaje del portugués en el banquillo blanco.
Por eso, casi da miedo saber que dentro de dos semanas se disputa el clásico, con la visita del Real Madrid al Camp Nou. También será el regreso de José Mourinho al estadio que más odio le ha demostrado, y eso ya es decir mucho según están las cosas.