El Dépor prueba las bases de su recuperación

Pedro J. Barreiros A CORUÑA/LA VOZ.

DEPORTES

Tres puntos frente al Levante lo auparían de la zona de descenso, pero no gana a domicilio desde el 29 de noviembre del pasado año

07 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Hace solo una semana que el Dépor derrotó al Espanyol y recuperó la sonrisa, pero poco queda de la extrema necesidad con que enfocó aquel partido. Las risas rebrotaron en Abegondo y los coruñeses se han convertido en un equipo nuevo: rearmados en defensa y con mordiente atacante. Por fin se declaran confiados de sus posibilidades y dispuestos a abandonar de inmediato el penúltimo puesto de la clasificación. Para alcanzar este objetivo basta con conquistar una nueva victoria con premio doble: aparte de los tres puntos, el equipo entrenado por Lotina pisaría las plazas de permanencia y empujaría al Levante a las de descenso.

Más allá del morboso reencuentro con Sergio, poco se ha hablado en A Coruña del equipo valenciano. Como si el triunfo de esta tarde dependiese más de los argumentos propios que de la presumible resistencia rival, el partido se torna más en un Dépor contra sí mismo que en un choque al uso. El equipo valenciano apenas puntuó en cuatro de las nueve jornadas, pero presume de dos victorias en su casillero (Almería a domicilio y Real Sociedad) y su empate en casa frente al Madrid habla de un conjunto bien ordenado, de una intensidad que nada tiene que desmerecer a la que ofreció el Dépor el pasado domingo y, sobre todo, con el goleador Stuani en plena forma.

El duelo se perfila como un buen examen para chequear la recuperación deportivista. Es la prueba del algodón a su renovada seguridad defensiva, esa zaga de cinco ya elevada a los altares por el deportivismo, y un nuevo examen a su ataque. Con Rindaroy lesionado y la incógnita de Morel en el banquillo, el diestro Seoane volverá a ocupar el lateral zurdo. Eso sí, todos parecen de acuerdo en que Riki, el delantero deseado, ejerza como referencia, con Adrián, redescubierto el pasado domingo, y Saúl, goleador en Pamplona, como acompañantes.