La Tartan Army es el enemigo

La Voz GLASGOW/COLPISA.

DEPORTES

La afición de Escocia, próximo rival de España, es la más ruidosa del mundo y empuja mucho más que su equipo

11 oct 2010 . Actualizado a las 15:00 h.

Craig Levein, el seleccionador escocés, soportó de forma estoica un aluvión de críticas por el sistema ultradefensivo que planteó el pasado viernes en la República Checa y que apenas le sirvió para caer por la mínima. Prescindió de delantero centro y apostó por un 4-6-0. Promete modificar el dibujo contra España ya que, después de cuatro puntos en tres partidos, Escocia está obligada a sumar si no quiere alejarse de la Eurocopa.

«Es evidente que en Praga propusimos un equipo con el objetivo de defender bien e intentar sorprender en alguna contra. Cumplimos el guión durante 69 minutos. Ante España, con nuestra afición volcada, será diferente». Habrá que ver, sin embargo, si Levein cumple o coloca un autobús en su área. En cualquier caso, llega la hora de la Tartan Army , el nombre que recibe la animosa afición escocesa, verdadero talismán de una selección muy limitada en cuanto al fútbol que practica.

Siempre a la sombra de Inglaterra y en pugna con Gales e Irlanda del Norte por ser considerada la segunda mejor selección del Reino Unido, Escocia ocupa el puesto 47 en el ránking de la FIFA, entre Rumanía y Perú. Vive de recuerdos, de los añejos tiempos del gran Kenny Dalglish. Participó en ocho fases finales de la Copa del Mundo y en dos Eurocopas, pero jamás superó la ronda inicial. Por culpa de su fútbol tosco y primitivo, desapareció del mapa en los seis últimos grandes certámenes.

Malos precedentes

Pero, tradicionalmente, nunca se le dio bien a España, que suma cuatro victorias, cuatro empates y tres derrotas en sus once enfrentamientos. Y en Glasgow, dos fracasos, un empate y solo un triunfo hispano. No actúa la selección en Hampden Park desde que sucumbió (3-1) en 1984, durante la clasificación para el Mundial de México en 1986. Los dos últimos choques, jugados en Madrid y Valencia, acabaron en tablas.

Su actual marcha en la fase de acceso a la Eurocopa de Polonia y Ucrania refleja su mal momento. Empató sin goles con Lituania, ganó con apuros a Liechtenstein (2-1) y el viernes cayó en Praga. Es una selección menor, con muy poco gol, en la que solo es conocido Fletcher, su capitán y centrocampista del Manchester United. «He citado a hombres en forma», presumió el técnico tras ofrecer una convocatoria en la que sorprendió la presencia de Mackie, joven delantero del Queen's Park Rangers citado por vez primera después de comenzar el curso con ocho goles en la First Division inglesa, equivalente a la Segunda División española.

El partido de mañana se disputará en Hampden Park, un estadio rebosante de historia. Allí ganó el Madrid al Eintracht de Fráncfort (7-3) la considerada mejor final de la Copa de Europa y el 15 de mayo del 2002 se alzó con su noveno entorchado continental tras imponerse al Bayer Leverkusen (2-1), merced a esa volea estratosférica de Zidane. También acogió la final de la Recopa entre el Atlético de Madrid y la Fiorentina de 1962 y la final de la Copa de la UEFA del 2007 en la que el Sevilla se impuso al Espanyol en los penaltis.

Tiene una capacidad para 52.500 espectadores, es el estadio oficial de la selección y será una de las sedes en los Juegos Olímpicos de Londres. Se inauguró en 1903 y fue considerado el más grande del mundo hasta 1950, cuando se estrenó el Maracaná de Brasil.