En Lalín fue el mejor y se estrenó como goleador con la camiseta blanquiazul. «He llegado a A Coruña en el momento más dulce de mi carrera», asegura el asturiano
14 ago 2010 . Actualizado a las 03:47 h.Saúl (9 de abril de 1985) fue el mejor en el último amistoso del Dépor. Generó el primer gol y anotó el segundo, su estreno como anotador con la camiseta blanquiazul. «Fue una buena presión de Juan Rodríguez. Cuando roba, salgo rápido. Me abre el balón y golpeo de primeras, fuerte y bien». Ya se ha adaptado a la ciudad. «Tengo piso, cerca de Alcampo. Vivo con mi novia, y mi familia está a dos horitas y media. Lo que he visto de la ciudad me ha encantando. Se me parece mucho a Gijón. Estoy contento porque estoy en el norte otra vez».
-¿Y la adaptación al equipo?
-Muy buena. Poco a poco voy adaptándome al equipo, tanto a la forma de jugar como a lo que quiere el entrenador de mí.
-¿Qué le pide el míster?
-Más o menos lo que tenemos que hacer todos los jugadores de banda: aprovechar nuestra velocidad, crear ocasiones, lanzar centros y, sobre todo, participar mucho en el juego. Estamos haciendo un juego de tener mucho la pelota, de jugar bien. Por eso nos pide ser dinámicos, entrar en juego. Y también está el trabajo que tenemos que hacer en defensa, muy importante: apoyar tanto al pivote como al lateral, al compañero más cercano.
-¿Pinta bien este equipo?
-La verdad es que sí. Para mi forma de ver las cosas, este Dépor tiene muy buena pinta. Tanto por la plantilla como por el trabajo que estamos haciendo. Ojalá que todo esto se convierta en resultados positivos.
-La temporada pasada el Dépor echó de menos a jugadores de banda específicos. Usted juega mejor por fuera, en el extremo, que por dentro, ¿no?
-Creo que los jugadores de banda tienen que estar preparados tanto para jugar por dentro como por fuera. La verdad es que yo siempre he jugado de extremo, pero también puedo hacerlo por dentro. Hay momentos del partido en que tienes que jugar por dentro, y otros en los que lo tienes que hacer por fuera. Varía según el juego, y según la posición del balón. Aunque no estaba aquí, sé que la temporada pasada se hablaba mucho de que faltaban jugadores de banda, pero creo que con la llegada de los nuevos hay muchos que pueden jugar por banda y arriba, y en ese sentido creo que el equipo está muy compensado.
-Usted ya jugó en Primera con el Málaga y con el Levante, y vuelve tras dos temporadas en Segunda, con el Elche. ¿Es su mejor momento?
-Es una etapa totalmente diferente, porque estoy más preparado. Después de varios años jugando en fútbol profesional, creo que estoy más capacitado. Además llego a un buen equipo y con la tranquilidad de ser uno más. No es como cuando eres joven, que tienes que demostrar deprisa que puedes. Por eso estoy jugando con tranquilidad, que se juega mejor. Estoy mucho más curtido y creo que he llegado a A Coruña en el momento más dulce de mi carrera.
-En el Levante, hace tres temporadas, coincidió con el ahora madridista Pedro León. ¿Rivalizaban por el puesto?
-Aquella fue una temporada extraña. Al principio, con Abel, no jugamos ninguno de los dos. Después, con el italiano De Biasi empezamos a jugar los dos. Pero fue una temporada irregular, y ni Pedro ni yo tuvimos la suerte y la continuidad que necesitábamos. Estaba Juanma, el del Betis, que era el que jugaba siempre, estuvo a un gran nivel, fue el mejor de aquel Levante. Era complicado jugar en aquel equipo, porque teníamos futbolistas de gran historial, como Savio, y con grandes contratos.
-¿Cuál es su primer recuerdo del Deportivo como aficionado?
-Pues el Superdépor, con Claudio, que fue mi entrenador en el Elche, con Bebeto, aquel famoso Dépor de Arsenio Iglesias.... Cuando jugaba en Oviedo o en Gijón pasaban por mi pueblo, Trevías, los coches con aficionados, todos llenos de banderas.
-¿Le ha pedido referencias a Claudio?
-Hablé varias veces con él. Me dijo que era muy buen sitio y que fue el principal equipo de su carrera. Me dijo que era una gran ocasión para mí y que la aprovechase. Es un buen amigo y un gran entrenador.
-¿Le ha sorprendido algún compañero?
-Me ha sorprendido el vestuario. Hay un gran ambiente. Gente muy humilde, muy normal, todos grandes compañeros y amigos. Creo que es muy importante tener una gran piña, porque cuando las cosas van mal los problemas se agudizan cuando hay grupos en las plantillas.
-En aquella época en la que los aficionados del Dépor pasaban por su pueblo, cuando usted era niño, ¿quién era su ídolo?
-Los jugadores en los que más me fijaba, que más me han marcado, son Figo y Luis Enrique. Figo, porque era un crac y jugaba en mi posición. Y Luis Enrique, por todo: por asturiano, por su raza, por el carácter que tenía, por la polivalencia y porque fue un gran jugador para España.