Rafa Muñoz asombra en 50 mariposa

Fernando Castán / Efe

DEPORTES

España consigue tres finalistas después de la decepción de la nadadora de 400 estilos.

09 ago 2010 . Actualizado a las 21:20 h.

Rafa Muñoz acabó en Budapest con todos sus fantasmas y se clasificó para la final de mañana con el mejor tiempo del año en los 50 mariposa, mientras que unos minutos antes otra española, Duane da Rocha, sorprendió a todos metiéndose en la final de los 200 espalda también con el mejor tiempo.

Si bien los resultados de Muñoz se podían esperar, también se podían poner en duda debido al tormentoso último año que ha tenido después de la medalla de bronce del verano pasado en los Mundiales de Roma, su desaparición de las piscinas durante tres meses y su comparecencia ante el Panel Antidopaje de la Federación Internacional (FINA), la semana pasada en Budapest, donde quedó absuelto de uno de los avisos por no haber dado cuenta de su localización a efectos de los controles antidopaje.

Muñoz tiene el récord del mundo de los 50 mariposa, con 22.43, e hizo la mejor marca del año, 23.15, para imponerse al francés Frederick Bousquet, con 23.30, segundo en su propia semifinal y en la suma de los ocho calificados, y al alemán Steffen Deibler, primero en la otra y tercero en el total, con 23.56.

Por su parte, Duane da Rocha también logró el mejor tiempo de las finalistas en la prueba de los 200 metros espalda y competirá mañana en la final por la calle 4. Paró el crono en 2:10.56, mientras que la otra española en esas semifinales, Lydia Morant, quedó fuera con un crono de 2:13.11, la undécima de las semifinalistas. Da Rocha, una nadadora de 22 años que ha sufrido altibajos en su carrera, pudo con la británica Elizabeth Simmonds, segunda en la serie de las españolas, con 2:10.71, y la compatriota de ésta Gemma Spoforth, con 2:11.25.

Otro español, Aschwin Wildeboer, se clasificó para nadar la final de los 100 metros espalda, pero no estuvo tan brillante como Muñoz y Da Rocha. En esa prueba su compatriota Juan Miguel Rando se quedó en las semifinales. Wildeboer ha reconocido que su carga de entrenamiento ha bajado este año respecto a la que tuvo en el 2008, con miras a los Juegos Olímpicos de Pekín, donde fue el único finalista español; y en el 2009 para los Mundiales de Roma, donde ganó la medalla de bronce en los 100 espalda, su mejor distancia.

En la piscina de la isla Margarita a orillas del Danubio a su paso por la capital húngara, Wildeboer hizo el sexto mejor tiempo de los clasificados, pero lejos del francés Camille Lacourt, que sorprendió a todos esta tarde al volver a batir el récord de los campeonatos que él mismo había establecido por la mañana en la misma piscina. Lacourt hizo 52.58 para ganar a Wildeboer con 54.46, medallista de bronce el año pasado en Roma en esta distancia. El francés había hecho por la mañana 53.27. Por su parte, Rando fue sexto en la serie con 54.80, un tiempo que le dejó en la duodécima plaza fuera de los ocho que nadarán mañana por la tarde la final.

Tres finalistas que maquillan la decepción de Mireia Belmonte, una de las esperanzas más claras de medalla del equipo español, que se quedó fuera de la final de los 400 estilos. Belmonte, que tenía el mejor registro de todas las competidoras, logró el décimo tiempo en la primera serie en la que fue segunda. Paró el crono en 4:45.98 por 4:43.76 de la noruega Sara Nordenstand. Los dos únicos récords nacionales que se han batido en el 2010 los había rebajado la nadadora de Badalona (Barcelona) en esta distancia. En abril en Málaga lo dejó en 4:37.33 y en junio en la Ciudad Condal en 4:36.31.

En la piscina de la isla Margarita en el Danubio a su paso por la capital húngara, la española no pudo ni acercarse a sus mejores cronos, quizás perjudicada por haber nadado en la primera serie. En cualquier caso no sería la primera vez que Belmonte falla en su primera prueba en unos grandes campeonatos internacionales y luego acaba en el podio, tal y como ocurrió en el 2008 en Holanda. La nadadora, de 19 años, manifestó tras conocer que disputará la final de esta tarde: «Estoy un poco decepcionada, pero no mucho». Preguntada si superara la situación como en otras ocasiones, Belmonte señaló: «Espero que sí, solo tenemos que subir un poquito la moral. Me ha costado mucho (nadar), tenía agarrotados todos los músculos».