Dos versiones de Contador y tres Tours

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

El español llegó más justo a la edición del 2010, corrió de forma más calculadora y no se adjudicó ningún triunfo de etapa

26 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tres Tours para dos versiones distintas de Alberto Contador. El triunfo del 2010 llega en circunstancias diferentes a los dos anteriores, con un vencedor más calculador y menos incisivo.

Las victorias

Contador ha ganado el Tour sin llevarse ninguna etapa. En los últimos 45 años solo había sucedido con Greg Lemond y Óscar Pereiro. A Contador ya le había sucedido en el Giro 2008. En este Tour tuvo dos ocasiones para levantar los brazos, pero fue superado por Purito Rodríguez en Mende y cedió el triunfo a Andy Schleck en la cima del Tourmalet. En el 2007 se impuso en Plateau de Beille. El año pasado ganó en Verbier y en la crono de Annecy, en la que llegó a superar por pocos segundos a un especialista como Fabian Cancellara.

El equipo

En el 2007 Contador estaba en el Discovery, que presentaba a Levi Leipheimer como líder, y el equipo se encontró con un liderato inesperado. Contó con la inestimable ayuda de Benjamín Noval en el llano y con la de Yaroslav Popovych en la montaña. En el 2009 el Astana de Johan Bruyneel fue poco corral para dos gallegos como Contador y Lance Armstrong. El desencuentro comenzó con declaraciones antes de la prueba. Y se incendió en el arranque de la carrera con un abanico amigo que descolgó al español. Después se fue enquistando. Este año el equipo estuvo a su disposición. Dani Navarro y Paolo Tiralongo fueron sus lugartenientes. Hubo un atisbo de polémica con Vinokourov cuando el madrileño lanzó un ataque en Mende que privó a su compañero de la victoria. Las suspicacias se acabaron con dos abrazos, uno después del triunfo del kazajo en Revel y otro después de la sentencia del Tour del español.

Los rivales

En el 2007 se encontró con Michael Rasmussen, que se alzó con el liderato en Tignes. Pero el Rabobank expulsó al danés por mentir y no estar localizable para dos controles antidopaje previos. Rasmussen, que tenía ganada la carrera, fue despojado del amarillo, que heredó Contador como segundo clasificado. Cadel Evans y Leipheimer pusieron en aprietos al líder en la última crono. En el 2009 tuvo al enemigo en casa: Armstrong y su núcleo duro. Y se encontró con la explosión de Andy Schleck, que fue ayudado por su hermano Frank. En la última edición solo ha tenido un oponente a su altura: Schleck.

El estilo

En el 2007 lanzó durísimos ataques Rasmussen en el Aubisque para arrancarle el amarillo, aunque al final de la subida sucumbió ante el danés. Fue una gran batalla entre escaladores. Hace dos años ya dejó a sus rivales en Arcalis, en la primera etapa de montaña. No quiso esperar más. En esta g rande boucle el español ha sido más calculador, menos eléctrico, sin aquellos arranques de otras ocasiones. Dijo después de la penúltima etapa que quizás no se habían dado las circunstancias o que no había tenido la necesidad de ser más agresivo. Quizás no quería tentar a Schleck para que este protagonizara algún contraataque. Al luxemburgués si consiguió robarle diez segundos en Mende y 39 tras la avería de la famosa cadena. En casi todo lo demás primó el marcaje entre ambos.

El estado de forma

En el 2009 Contador parecía un corredor inalcanzable. En lo que iba de esta temporada, también. Pero en el 2010 finalizó la contrarreloj en la que se jugó el Tour en el puesto 35. Los que llegan a la última cita con la crono como líderes de la ronda francesa no visitan esas profundidades de la clasificación. El propio corredor reconoció que no llegaba a esta cita como en la anterior edición. Quizás deberá dosificar mejor su agenda.

Las diferencias

Hace tras años se adjudicó la general por 23 segundos sobre Evans, el segundo. Pero no había llegado a aquel Tour con la intención de ganar. En el 2009 logró 4 minutos y 11 segundos sobre Schleck. Antes del Mont Ventoux, en la penúltima etapa, ya era el ganador. En esta edición su margen fue de 39 segundos. Pero bien valen un Tour.