Schleck y Contador se quedan solos

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Evans se hunde en la Madeleine, y el Tour se convierte en un pulso entre el luxemburgués, que es líder, y el español

14 jul 2010 . Actualizado a las 03:15 h.

El Tour 2010 comenzó como un baile en grupo. Pero se ha convertido en un tango de dos. Andy Schleck y Alberto Contador. Los dos se quedaron solos en la Madeleine, el gran puerto de la jornada. La cima estaba lejos de la meta, a más de treinta kilómetros, pero resultó letal para Cadel Evans. El australiano perdió más de ocho minutos y acabó llorando abrazado a su compañero Mauro Santambrogio. Su equipo señaló después que corrió con una fisura en el codo izquierdo. A sus 33 años, el ciclista sabe que difícilmente llegará a estar mejor colocado para aprobar su asignatura pendiente, el Tour. Schleck, tal y como había prometido, lo relevó al frente de la clasificación y se enfundó su primer maillot amarillo. Y el francés Sandy Casar se adjudicó una etapa de 204,5 kilómetros en cuya orilla se ahogó Luis León Sánchez.

El trabajo de Dani Navarro

La grande boucle rápidamente distingue entre clavos y martillos. Parecía que el RadioShack y el Liquigas habían sido diseñados para asestar golpes. Pero ayer los recibieron del Saxo Bank y del Astana, que volvió a exprimir al asturiano Dani Navarro contra el asfalto de las rampas para matar a sus rivales. Los grandes nombres fueron despeñándose por la Madeleine. Carlos Sastre, Lance Armstrong, Ivan Basso, Evans...

Fue un sálvese quien pueda que partió la columna vertebral del Tour en varios trozos. Evans y Contador se quedaron solos. Primero el luxemburgués probó suerte. Después colaboraron y fueron recogiendo los restos más débiles de la fuga del día. Detrás de ellos, Samuel Sánchez. El asturiano no pudo seguirlos en la montaña, pero se lanzó al descenso rumbo a un triunfo que no fue posible.

Cuando ya olía a meta, los dos grandes dominadores de este Tour alcanzaron a los supervivientes de la escapada: Casar, Luis León, Cunego, Moreau y Charteau. Fueron los tres primeros corredores los que se jugaron el triunfo. Y ganó Casar al esprint.

La general tiene ahora una brecha. Y parece insalvable. Salvo imprevistos, este Tour será un pulso entre Contador y Schleck