«Debo dar gracias a la vida porque soy un afortunado»

Iñigo Gurruchaga LONDRES/COLPISA/EFE.

DEPORTES

05 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El título en Wimbledon aumenta la huella de Rafa Nadal, que se declara el primer sorprendido por su fabuloso palmarés. «Jamás habría pensado en ocho torneos del grand slam , un oro olímpico, tres Copas Davis, 18 Masters 1.000. Lo importante es fabricarte oportunidades para ganarlos», repasó en su línea de humildad. «Mi carrera, a día de hoy, es mucho mejor de lo que en mis mejores sueños hubiera imaginado, cuando empecé a jugar a tenis. Para mí, todo esto es algo impresionante, increíble, todo lo que me ha pasado. Debo dar gracias a la vida porque soy un afortunado», afirmó en la rueda de prensa.

Nadal rechazó ponerse objetivos sobre el número de grandes torneos o de títulos que quiere conquistar. «Siempre he ido pasito a pasito y si termino con ocho hubiese concluido con una grandísima carrera», añadió. Aún así, sugirió que tiene la ambición de ganar el US Open, el único torneo del Gran Slam que falta en su palmarés. «No pienso en Flushing Meadows, pienso en Mallorca. En ir a la playa, en pescar, estar con mi familia y amigos, en las fiestas. Después, si tengo la oportunidad de ganar el US Open, sería genial», añadió.

Un éxito diferente al del 2008

Recordó el jugador mallorquín que su mayor ambición de niño era triunfar en la hierba de Londres, pero le resultó «difícil» enfrentar las sensaciones vividas tras esta victoria con lo que sintió la primera vez que ganó en este club, en el 2008 ante el suizo Roger Federer en una trepidante final de casi cinco horas. «No es comparable. Obviamente, cuando gané aquí, conseguí el sueño de mi vida, que parecía algo muy lejano para cualquier español, y también por lo dramática que fue la final», recordó el mallorquín, que añadió que quizá entonces sintió «una emoción más allá de lo habitual».

«Después, vuelves a ganar aquí, y es una satisfacción personal enorme por todo lo que he hecho para llegar hasta aquí. Es lo que me hace más feliz, lo bien que han salido las cosas después de tener una época complicada», agregó. Al hacer balance del torneo, destacó un partido: «El momento más duro fue cuando me dolió la rodilla contra [Philipp] Petzschner. También fueron difíciles los partidos ante [Robin] Haase y [Robin] Soderling».

Instalado cómodamente en la cima del ránking mundial, Nadal afirmó que «le motiva ser el número uno a fin de año».

Nadal derrochó elogios hacia Wimbledon. «Es impecable de principio a fin, por tradición, por lo que es el club y por lo que representa. Es el mejor torneo del mundo, por historia, por tradición, por todo, es el más especial de nuestro circuito», aseguró. Y dedicó una vez más palabras de agradecimiento para el público de Londres y en concreto el de la pista central, la «mejor grada del mundo».

«Tienen un enorme respeto por cada jugador y si hablo por mí, siempre han sido increíbles, especialmente cuando jugué con Andy Murray. Claro que le van a apoyar a él, pero a mí también. Es increíble», reiteró.

Admitió que estuvo «más nervioso de lo habitual, porque, si no estás nervioso en la final de Wimbledon, no eres humano». Y aseguró que lo más importante para que un jugador formado en la tierra se adapte al juego sobre hierba es quererlo: «Si quieres jugar bien vas a encontrar la manera».

«Los últimos seis meses de 2009 no estaba para ganar partidos, pero lo importante era que no perdía primeras rondas. Entonces, cuando fui a Mallorca a comenzar la temporada 2010, me di cuenta de ello y pude cambiarlo», recordó. «Es loca la vida», dijo un sonriente Nadal, que quiso conocer a Ron Wood, integrante de los Rolling Stones, presente en la pista central.

La lectura de Berdych

«La gran diferencia la marcó el hecho de que cuando él ha tenido ocasiones de rotura, las ha sabido aprovechar, y cuando me ha dado una en el segundo set y otra en el tercero, no he convertido ninguna. Esto demuestra lo fuerte que es él, y creo que se ha tratado, en realidad, de pequeñas diferencias», resumió Berdych.