La Masía le da otra Liga al Barça

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Pedro resultó otra vez fundamental en la victoria, redondeada por un Messi que se calza la Bota de Oro

17 may 2010 . Actualizado a las 19:16 h.

Tenía que ser Pedro. El gran descubrimiento de la temporada no falló en otro partido clave. El canario aparece siempre que hay un título sobre el tapete y ayer acercó al Barça a su Liga número 20, la segunda en la cuenta de Guardiola. Dio pronto carpetazo a la ligera incertidumbre acerca del nombre del campeón. Dudas agravadas por el espectacular arranque del Valladolid que tuvo diez minutos de acoso al líder cerrados con la primera aparición de Pedro.

Fue el comienzo de la fiesta culé en el Camp Nou. La última celebración con Laporta en puesto de honor en el palco. El presidente deja un puñado de nuevos trofeos para las vitrinas del club, pero, sobre todo, incluye en su legado a un entrenador capaz de marcar época, de resucitar el juego preciosista del Dream Team culé y aderezarlo con todo tipo de títulos. Ayer cosechó el octavo en apenas dos años y lo hizo con la enésima goleada para demostrar la distancia infinita entre los dos primeros de la Liga y el resto. Un 4-0 que envió a Segunda a un rival que había prometido guerra y empezó dándola.

El portero menos batido del campeonato rozó la pifia monumental y se hizo un lío en una cesión que acabó regalando a Barragán. El del Valladolid centró para que Manucho marcara a puerta vacía, pero allí apareció Puyol, inconmensurable un día más, y salvó casi bajo palos. Valdés repitió error un par de minutos más tarde, pero los visitantes tampoco lo aprovecharon y dejaron que el líder despertara sin haberse aprovechado de su torrija. A partir del minuto diez las ocasiones culés se sucedieron y llegó el 1-0 culé.

Clemente hizo de pitoniso: «A ver si nos sale un churrete y metemos un gol en Barcelona». Tal cual. Pedro alcanzó la línea de fondo y centró hacia atrás, donde no aparecía jugador local alguno. Sin embargo, el balón pegó en Luis Prieto y acabó dentro de la red. La defensa de cinco de los pucelanos quedaba rota y un par de jugadas más tarde el 17 sentenciaba el encuentro y la Liga. Esta vez fue en una jugada típica al primer toque, con Touré tocando para Messi, que metió un balón en profundidad para que su compañero canario remachara el 2-0.

Trofeo y récord de goles

No estaba Xavi, autor de una nueva campaña mayúscula, pero apenas se notó. El irregular Touré firmó un partidazo y volvió a participar en el tercero con un jugadón enorme, caño incluido, que empujó dentro La Pulga. La Bota de Oro también juega en el Barça y aún tuvo tiempo de cerrar la cuenta, después de un par de sus clásicos regates, para igualar el récord de 47 tantos en una temporada con la zamarra culé, establecido por la mejor versión de Ronaldo.

Para el final quedaron tres cambios cargados de significado. Dejó el campo Bojan, protagonista del arreón final de una campaña en el que la cantera ha vuelto a ganar a las chequeras y Guardiola ha sabido no empecinarse en el error y sentar a Ibrahimovic. El sueco saltó al césped poco después de Henry. Dos de los grandes fiascos del año. El francés jugó, probablemente, sus últimos minutos en el Camp Nou, donde ha dejado más sombras que luces.

La última sustitución permitió a Iniesta echar unas carreras. El de Fuentealbilla ha bajado el rendimiento, acosado por las lesiones y el equipo ha notado su ausencia. Ayer reapareció para suplir a Pedro, acreedor de una ovación colosal. El canario es el síntoma de que el modelo tiene futuro. Esta vez la apuesta por la chavalada de la Masía solo ha dado un título, todavía lejos de los seis logrados en la campaña de presentación del técnico de Santpedor, pero el mensaje parece contundente: los millones (sentados en el banquillo del Camp Nou o afiliados al proyecto Florentino) no rascan bola.