Los Celtics dieron el golpe en cancha de los Cavaliers de Cleveland y arruinaron la fiesta de LeBron James, que tras recibir su segundo trofeo consecutivo de MVP de la temporada regular de la NBA sufrió una dolorosa y contundente derrota (86-104).
En el segundo partido de las semifinales de la Conferencia Este, Cleveland, aunque continúa siendo favorito a disputar la final de la Liga, cedió el factor cancha ante Boston tras una exhibición de los Celtics, liderados en ataque por Ray Allen (22 puntos) y Kevin Garnett (18), mientras que LeBron, con problemas en su codo derecho, se quedó en 24. La estrella de Cleveland fue uno de los tres únicos jugadores de los Cavs que superó la decena de puntos.
Además de la defensa de los Celtics, el suplente Rasheed Wallace, autor de 17 puntos en 18 minutos, resultó letal desde el exterior para los Cavaliers, impotentes frente a la exhibición colectiva del veterano equipo de Doc Rivers.
Los Suns vencen a los Spurs
En el otro encuentro disputado la madrugada del martes, los Suns, dirigidos por un sensacional Steve Nash (33 puntos), se anotaron la primera victoria ante los Spurs (111-102), a los que les resultó insuficiente la tripleta Parker-Ginóbili-Duncan pese a los 73 puntos que sumaron el francés, el argentino y el de las Islas Vírgenes. Steve Nash, Jason Richardson y Amare Stoudemire llegaron hasta los 83. Del ganador de la eliminatoria entre Phoenix y San Antonio saldrá el rival de los Lakers en la final del Oeste, ya que el equipo de Pau debe superar su serie frente a los Jazz tras haber ganado a Utah el primer choque en el Staples Center.
Los Cavaliers también se estrenaron con triunfo en su cancha frente a los Celtics, pero a la segunda se produjo el tropiezo. Boston demostró que no se lo pondrá fácil a Cleveland, y más, si LeBron James tiene problemas físicos, porque el alero americano no acertó ninguno de los cuatro triples que lanzó y se quedó limitado a siete rebotes defensivos y a cuatro asistencias en 41 minutos.
En los Celtics, la dirección de Rajon Rondo resultó decisiva, ya que el base titular de Boston igualó, con 19, el récord de asistencias en la historia de la franquicia.