El balonmano gallego sufrió el efecto rebote y corre el riesgo de quedarse sin representantes en la Asobal. Después de ascender a la máxima categoría la pasada temporada, el Cangas descendió matemáticamente a División de Honor de Plata el 17 de abril tras sufrir una derrota ante el Ciudad Real. Y el Octavio Pilotes Posada se encuentra también en una situación agónica. Necesita un pleno en los tres partidos que restan de competición. «Hemos reducido el presupuesto y eso provoca que haya bajado la calidad, algo que, unido a las lesiones, nos ha colocado en esta situación», explica Javier Rodríguez, presidente del club. «Recibimos menos subvenciones y patrocinios, sobre todo han descendido las aportaciones de esas empresas pequeñas que te ayudaban, que es algo que creo que le pasa a todo el mundo debido a la crisis», añade. Asegura que entidades de otras autonomías reciben más ayudas y que eso se refleja en los resultados.
Otras disciplinas
En hockey sobre patines el Liceo se salva de la quema con una gran campaña. Ocupa la primera posición en la tabla de la OK Liga. Pero no está garantizada la continuidad de un Cerceda en rampa del descenso. Y Vigo Stick, acuciado por los problemas económicos, es colista en Primera, aunque podría salvarse por un cambio en el formato de la competición.
En voleibol, A Pinguela, que está en la máxima categoría, vivió la dimisión de toda su junta directiva; y el Vigo Volei, que logró el ascenso a la Superliga, necesita patrocinador.
La continuidad del Xacobeo ciclista tampoco está atada y la Xunta quiere ligarla a un modelo privado.
En la Liga ACT de traineras solo queda un representante gallego, Tirán, tras el descenso de Meira. En otras disciplinas, Galicia ni toca cumbre. En la élite del hockey hierba y del rugbi masculino no milita ningún conjunto de Galicia.