El Barça empieza la campaña de motivación para el choque de vuelta

P. Ríos

DEPORTES

22 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«Los jugadores regresaron con un silencio tenso, con rabia por lo sucedido en Milán y con la firme convicción de que se lo van a hacer pasar muy mal al Inter en el Camp Nou». Así describió Rafael Yuste, vicepresidente deportivo del Barça, el sentimiento de la expedición azulgrana que aterrizó en el aeropuerto de El Prat en la madrugada del miércoles.

La nube de ceniza del volcán islandés desapareció a tiempo de prescindir de los autocares que protagonizaron el incómodo desplazamiento a tierras italianas, aunque paralelamente se creó otro nubarrón, en este caso deportivo, provocado por el 3-1 de San Siro. Aunque antes deberá superar el sábado el obstáculo liguero del Xerez, el equipo culé ya prepara el intento de remontada. Guardiola dio descanso ayer a la plantilla, pero la campaña de motivación a los aficionados y jugadores ya comenzó.

Precedentes favorables

La web del club recuerda que el Barça remontó en el Camp Nou las dos últimas veces que perdió por 3-1 en la ida de una eliminatoria de Liga de Campeones. La primera fue en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Champions 93-94, cuando el Barça de Cruyff ganó 4-1 al Dinamo de Kiev. La segunda, en la vuelta de los cuartos de final de la Champions 99-2000, el conjunto de Van Gaal se impuso 5-1 al Milan tras forzar la prórroga.

Nadie olvida que sin los graves errores arbitrales del colegiado portugués Olegario Benquerença la eliminatoria estaría igualada: gol concedido a Diego Milito en fuera de juego, penaltis no pitados sobre Alves y Piqué y falta a Messi en el arranque del 2-1. Además, el equipo de Guardiola acabó acorralando en su área al Inter en los últimos minutos, un anticipo de lo que debe ocurrir el miércoles en el Camp Nou con el apoyo de 98.000 aficionados que sueñan con una noche mágica.

El partido será muy caliente, como el camino a los vestuarios en San Siro, con Xavi pidiéndole la opinión a Mourinho sobre el arbitraje de su paisano y el técnico portugués contestando si se refería al colegiado del Chelsea-Barça de la pasada campaña.

El 3-1 fue un palo, pero la posibilidad de remontarlo es un aliciente que merece la pena vivir.