El primer himno del año en el Mundial de motociclismo tenía que ser español. Si no ganaba Nico Terol lo habría hecho Efrén Vázquez. Y si no, Márquez. Y en su defecto, Espargaró. La cantera nacional ha dado un puñetazo en la mesa del octavo de litro, por la que también asomaron Esteve Rabat y Alberto Moncayo.
Pero fue Nico Terol el que supo aprovechar sus oportunidades y esperó el momento propicio para superar a todos sus rivales en un apretado final que se disputó en el circuito de Losail y que registró el primer pleno español sobre el podio.
A la victoria de Terol se tuvo que sumar la espectacular lucha que por las siguientes posiciones mantuvieron Efrén Vázquez, Marc Márquez y Pol Espargaró, todos ellos sobre Derbi, que atravesaron la línea de llegada por ese orden.
Este es el cuarto triplete que se produce en el campeonato del mundo de motociclismo de los 125 c.c., el último de los cuales se registró el pasado año en el circuito alemán de Sachsenring.
Ya en los entrenamientos se pudo ver que la prueba del octavo de litro iba a ser de neto color español, pues hasta cuatro pilotos se colocaron en esas posiciones al frente de la tabla de tiempos y en la carrera, cuando se apagó el semáforo, la historia se volvió a repetir con idénticos protagonistas más la llegada desde la tercera línea de Rabat.
El más rápido en la salida fue Efrén Vázquez, quien ya se llevó tras su estela a Pol Espargaró, Marc Márquez y Nicolás Terol, en tanto que otro de los candidatos al título, el británico Bradley Smith se quedaba algo rezagado en la sexta plaza.
Desde la primera vuelta los adelantamientos al límite entre todos ellos fueron la constante habitual, pero era Vázquez quien parecía tenerle tomada la medida a sus rivales cuando llegaba a la recta de meta, por donde pasó primero en las seis primeras vueltas.
Márquez y Efrén se sucedieron durante varias vueltas en el liderato. Pero desde el undécimo giro Nicolás Terol había ido ganando poco a poco posiciones en el grupo para situarse segundo en la decimocuarta vuelta y una después decidió pasar al ataque. En el momento clave demostró que había heredado la moto del campeón del 2009, el también español Julián Simón. En el Mundial del octavo de litro se perfila que el campeón del 2010 será de la misma nacionalidad.