Un futbolista sin fronteras en busca de la gloria total

Rubén Ventureira

DEPORTES

Champions en el Bernabéu, Liga, Bota de Oro y Mundial, próximas metas de Messi

08 abr 2010 . Actualizado a las 12:27 h.

Tras regatear a todo el Arsenal, hizo lo mismo con los periodistas: «¿Mi techo? Lo que importa es que el equipo gane», respondió tras el partido en el quedó demostrado que Lionel Andrés Messi (Rosario, 24 junio de 1987) vale por cuatro. Futbolista sin fronteras, tiene potencial para romperlas todas. Ya hizo historia para su club con la borrachera de seis Copas del 2009, hito único en la historia del fútbol, y en su vitrina lucen los principales galardones individuales. Pero aún tiene sed, como corresponde a un pipiolo de 22 años. Esta temporada tiene a tiro convertir al Barça en un equipo no solo campeón en Europa sino hegemónico en el continente por primera vez, pues lo sería si logra su segunda Champions, con el añadido de que la alzaría en el Bernabéu. Tres ligas ha conquistado ya, pero llevarse la que se (medio) juega el sábado en el clásico equivale a dejar a cero el nuevo proyecto de Florentino, y Messi se está aplicando tanto a ello que marcha camino del Pichichi y la Bota de Oro. Para el quinto reto se enfundará la albiceleste: elevar a su selección al tricampeonato mundial en Sudáfrica.

Queda una duda. ¿Le dará el motor? Son pocos los que ahora lo dudan. Ya no es el jugador de cristal que en sus tres primeras completas en el Barcelona se lesionaba constantemente en el bíceps femoral. La llegada de Guardiola fue decisiva también en este aspecto. Le impuso una dieta («el pescado ha sido un descubrimiento», declaró a la revista Kicker) y le redujo las dietas y el sillón-ball. Este último queda reservado para los espectadores de todo el mundo, que no han agotado su capacidad de asombro ante un jugador de época. Estos son los cinco grandes retos que le aguardan de aquí a final de temporada. Sus territorios inexplorados.

?Acababa de ganar el conjunto culé su tercer título europeo y Guardiola miró a la historia. «Ya tenemos tres, como el Manchester, y una más que la Juve y el Inter. Estamos ahí, donde corresponde al Barça por historia y afición. Está bien». Este equipo aspira a ser recordado como un grande de la historia. En el pasado fueron hegemónicos el Madrid de Di Stéfano, el Bayern de Beckenbauer, el Ajax de Cruyff y el Milán de los holandeses y Sacchi, el último club que revalidó título (en 1990). ¿Se hablará en el futuro del Barça de Messi? Con permiso del Inter, la respuesta se sabrá en el Santiago Bernabéu el 22 de mayo.

Messi ya ha ganado dos ligas consecutivas (05 y 06). Pero revalidar esta temporada el torneo doméstico supondría dejar a cero el casillero de títulos del Real Madrid neogaláctico. Bota de Oro y Pichichi. Ya ha sido máximo goleador de la Liga de Campeones (2009), tabla que encabeza de nuevo tras sus cuatro tantos del martes, día en el que por cierto igualó a Rivaldo como máximo anotador del Barça en la historia de la Champions (25 goles). Pero nunca ha ganado el Pichichi, que lidera con 26 tantos, dos más que Higuaín. Tampoco ha conquistado la Bota de Oro; su gran rival es Rooney, que lleva los mismos goles pero ha disputado tres partidos más.

Campeón del mundo sub 20 y oro olímpico, cuando se viste la albiceleste de los mayores Messi se apaga como Supermán ante la criptonita. Fue secundario en el Mundial anterior, en el que hizo un gol pero Pékerman no se atrevió a usarlo en el partido clave, el de la eliminación en cuartos ante Alemania. Ya como titular, sufrió el vapuleo de Brasil (3-0) en la final de la Copa América 2007. En las recientes eliminatorias mundialistas ha sufrido de nuevo. Cruyff tiene claro el motivo por el que no juega igual con su selección: «Los compañeros no son los mismos, ni siquiera su situación en el campo, y él se ve obligado a correr más, a buscarse la vida de forma individual y derrocha energías sin sentido». «Ahora el problema es de Maradona», tituló ayer el diario deportivo más leído de Argentina, Olé. A su juicio, el seleccionador «deberá armar la selección pensando en que el mejor del mundo se sienta cómodo». Solo así Argentina puede campeonar en Sudáfrica.