Lindsey Vonn, la aspirante a Phelps del esquí

Daniel García Marco

DEPORTES

La esquiadora estadounidense opta a cinco oros olímpicos en Vancouver 2010

17 feb 2010 . Actualizado a las 12:24 h.

Muchos esperan volver a ver a la estadounidense Lindsey Vonn en la portada de la revista Sports Illustrated . Pero esta vez con cinco oros olímpicos. Vonn, considerada la mejor esquiadora femenina de Estados Unidos en toda la historia, encara un programa exigente, una auténtica carrera de obstáculos sobre la nieve de Vancouver. Porque puede convertirse en la versión invernal de su compatriota Michael Phelps, que en el 2008 conquistó ocho títulos en Pekín.

El mal tiempo ha provocado el aplazamiento de muchas pruebas. Por una parte, eso ha supuesto que la agenda de la deportista se haya concentrado en menos días. Pero, por otra, Vonn ha tenido más margen recuperarse de una lesión en la espinilla que sufrió a principios de mes y que casi la obliga a renunciar a algunas pruebas. Hoy disputará el descenso y parte como máxima candidata al triunfo. Pero ella quiere esquivar la presión. «No intento ser Phelps y ganar cinco medallas. Ahora con la lesión será aún más difícil», dijo la esquiadora, de 25 años.

Vonn, ganadora de dos Copas del Mundo y que va camino de adjudicarse la tercera, parece llamada a ser la estrella en Whistler. Ya lo es en su equipo y en su país. Sports Illustrated le dedicó la última portada con una foto en una posición que ha generado polémica por ser una imagen supuestamente sexista. «Las fotos están muy bien, si ayudan a promocionar el esquí, perfecto», dijo ajena a la polémica.

La rubia estadounidense se muestra feliz. Es una esquiadora completa dentro y fuera de la pista. Ha firmado contratos de patrocinio con diez grandes compañías. Uno de sus apoyos, Red Bull, le permite estar gran parte del año en Austria formando parte de un programa especial de entrenamiento que le ha llevado a otra dimensión física. Sus hercúleas piernas le permiten hacer el descenso con esquís de hombres. Una gran ventaja por la velocidad que gana, pero solo posible para alguien como ella. Pero además de fuerza, posee una gran destreza técnica, como su amiga y gran rival, la alemana Maria Riesch.

Su marido es Thomas Vonn, ex esquiador. La carrera de ella se relanzó tras su matrimonio, en el 2007. Lindsey Kildow pasó a ser Lindsey Vonn y a ganar y ganar, aunque la boda arruinó la relación con su padre. «Yo no tenía ni la mitad de talento que ella», admite Thomas. En el descenso del Mundial del 2009 la acompañó al portillón. Ella estaba más nerviosa que nunca y él la tranquilizó. Vonn bajó y ganó la medalla de oro. Si es necesario, ese ritual se repetirá en Whistler.