El técnico del Real Madrid, Pellegrini tiene un grave problema. Pierde a su mejor goleador, a su hombre más en forma, a un símbolo del éxito de la clase media en un Real Madrid que de nuevo parece estratosférico. Se confirmaron los peores pronósticos médicos y Gonzalo Higuaín sufre una rotura fibrilar en el bíceps del muslo izquierdo que le tendrá de baja unas tres semanas. El artillero argentino no podrá visitar La Catedral y tampoco estará en los dos choques siguientes ante Málaga y Deportivo.
Higuaín terminó con molestias el reciente partido ante el Mallorca pero no llegó a pedir el cambio. Por eso su lesión sorprendió, aunque la prueba de diagnóstico por imagen no engaña.
El argentino había abierto el marcador con un zurdazo desde la frontal que el portero israelí Aouate solamente pudo seguir con su mirada, y se resistía a dejar el campo porque sabe que la competencia en su vestuario es feroz. Tanta, que hasta Benzema se ha quejado de que no le pasó un balón de gol. Celos de una estrella por ahora inadaptada que costó 35 millones de euros, casi tres veces más que el Pipita Higuaín, y que hasta el momento ofrece un rendimiento muy inferior.
Oportunidad para Benzema
El ex del Olympique de Lyon comenzó como titular indiscutible pero cedió paso al hijo del Pipa, un central argentino que hizo carrera en Francia, después de que el técnico chileno se rindiera a la evidencia. Karim remata el doble pero suma solo 5 tantos frente a los 11 de Higuaín, máximo goleador blanco y en dura pugna por el Pichichi con Messi y Villa, ambos con una diana más. El ex de River Plate fichó en el mercado de invierno de hace un par de años por 12 millones de euros y fue muy criticado al principio, víctima del esperpento que provocaba su comparación con el brasileño Ronaldo. Pero su empeño ha triunfado.
«Yo nunca tiro la toalla», afirmó una y otra vez, humilde y profesional. El curso pasado anotó 22 goles, más que nadie en su equipo, pero su progresión quedó minimizada porque el Barça arrasó con todo y acaparó elogios. Esta campaña se ha ganado hasta la confianza de Maradona, quien tardó una eternidad en convocarle para la albiceleste quizá porque nació en Brest (Francia) y renunció a la selección argentina para un Mundial sub-20.
Su ausencia se suma a la del holandés Van der Vaart, roto en un gemelo tras suplir con gran acierto a Kaká, cuestiona una vez más la preparación física de los merengues, brinda otra oportunidad a Benzema y abre la puerta, al menos de los cambios, a Raúl, titular a principio de curso, autor de tres goles en el torneo de la regularidad pero ahora relegado. Sin Higuaín, el Madrid pierde gol pero también movimiento sin balón, desmarque, trabajo en la presión y perseverancia.
Casillas, el mejor del mundo
La cara de la jornada merengue la protagonizó Iker Casillas, por segundo año mejor portero del mundo a juicio de la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol.
El guardameta madrileño supera con creces al italiano Buffon, uno de sus ídolos, y al brasileño Julio César. Los miembros del jurado, repartidos entre 84 países de todos los continentes, otorgaron 230 puntos al madridista frente a los 150 del guardameta de la Juventus y 124 del interista. Les siguen de lejos el holandés Van der Saar (87), el checo Peter Cech (75) y los españoles Víctor Valdés (53) y Pepe Reina (19).