El presidente y toda la junta del Zaragoza dimiten en bloque

Agencias / La Voz

DEPORTES

31 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El próximo rival del equipo de Lotina ha sumado a la crisis deportiva la institucional.

El que era presidente del Real Zaragoza desde el 2006, Eduardo Bandrés, renunció ayer al cargo. No se fue solo: lo emuló todo su consejo administración. El club pasa a estar dirigido por su máximo accionista, Agapito Iglesias, el constructor que designó presidente a Bandrés hace tres años y medio.

Bandrés leyó ayer el comunicado de su renuncia en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por Iglesias. Explicó que la decisión fue tomada «de mutuo acuerdo» con el máximo accionista y para que este tenga la libertad de acción que le permita configurar una estructura de gobierno del Zaragoza «más acorde con las necesidades del momento».

Bandrés, que para acceder a la presidencia del club renunció a continuar como consejero de Economía del Gobierno aragonés, destacó que se siente responsable al completo de los errores cometidos en los tres años y medio de trabajo «honesto». Aseguró que el proyecto que llegó con Agapito Iglesias se vio desbaratado en la segunda temporada, en la que con el mayor presupuesto de la historia del club se descendió a Segunda División.

Deuda de 100 millones

«Recuperada al año siguiente la categoría creí conveniente continuar para restañar las heridas deportivas, sociales y económicas que el paso por la Segunda División había dejado en el Real Zaragoza. Sin embargo, apenas días antes de llegar al ecuador de la temporada actual observo que mi presencia al frente de la sociedad puede haberse convertido en un obstáculo dentro y fuera del Real Zaragoza», afirmó. Para aliviar una deuda estimada superior a 100 millones de euros, el club tuvo que vender tras la pérdida de categoría a Aimar y Diego Milito, entre otros. El equipo maño volvió el pasado verano a Primera de la mano de Marcelino, destituido el pasado 12 de diciembre y sustituido por José Aurelio Gay, técnico del filial, que se estrenó con una estrepitosa derrota en el Bernabéu (6-1).

Bandrés agradeció a Agapito Iglesias que le propusiera para ser presidente en su día y finalizó pidiendo «un compromiso enérgico» que permita enderezar la trayectoria del equipo, que actualmente marcha penúltimo en la tabla de Primera. «En este momento la prioridad es que el equipo siga en primera división», admitió ayer Iglesias, que busca un «giro» que detenga el declive de su club.

Renovado el banquillo, la presidencia y el consejo, ese giro no incluye, por ahora, al trío encargado de la parcela deportiva: el alemán Gerhard Poschner (director general), Antonio Prieto (director deportivo) y Pedro Herrera (secretario técnico).