Gallas salva a Francia del desastre

La Voz / Agencias

DEPORTES

Un tanto ilegal del defensa logrado en la prórroga lleva a los galos al Mundial, junto a Portugal, Grecia y Eslovenia

19 nov 2009 . Actualizado a las 13:17 h.

En fuera de juego y tras controlar con la mano. Francia estará en el Mundial de Sudáfrica gracias a un gol doblemente ilegal logrado por el central Gallas en la prórroga de un partido en el que los discípulos de Domenech estuvieron a merced de los irlandeses.

La selección gala se sumó así a Grecia, Eslovenia y Portugal, el resto de equipos que resolvieron ayer a su favor la fase de repesca en Europa y estarán en la cita mundialista.

A priori, Francia era el combinado que más fácil tenía su clasificación, tras haber logrado una agónica victoria en tierras irlandesas con un solitario tanto de Anelka. Sin embargo, la fiesta en el estadio de París no tardó demasiado en adquirir tintes dramáticos. A la media hora, Robbie Keane, delantero de Tottenham inglés, enganchaba un centro de Duff e igualaba la eliminatoria. Lejos de conformarse con el gol, los visitantes siguieron llevando el peso del partido ante una Francia impotente que se salvó de milagro en dos ocasiones.

Primero, fue Duff el que desperdició un mano a mano con Lloris y, en el minuto 75, de nuevo Keane tuvo ocasión de marcar, pero no consiguió rematar la jugada tras superar al portero.

Con el 0-1 se llegó a la prórroga, en la que los locales no mejoraron su juego, pero se aprovecharon de un gravísimo error arbitral. Henry, en claro fuera de juego, controló con la mano un balón dentro del área y se la puso a Gallas para que marcara. El tanto del central del Arsenal, conseguido en el minuto 103 de partido, significaba el pase de los de Domenech a la fase final de Sudáfrica. Los desesperados intentos irlandeses, en la segunda parte de la prórroga, murieron en las manos de Lloris o en la grada.

Fácil victoria lusa

Mucho más sencillo lo tuvo para clasificarse la otra selección grande que se jugaba ayer el pase. Portugal no solo defendió el gol de ventaja logrado en casa, sino que supo doblarlo en el hostil territorio bosnio.

Un gol de Raúl Meireles en la segunda parte confirmó la presencia en Sudáfrica de Cristiano Ronaldo, que tampoco estuvo en el partido por lesión.

Los locales confiaban en el apasionado apoyo de su público que abarrotó un estadio pequeño para intimidar a los lusos. Sin embargo, el ambiente infernal no pasó factura a los hombres de Carlos Queiroz, que defendían la victoria por la mínima obtenida en Lisboa.

Como en el duelo anterior en el estadio de La Luz, Bosnia apostó en casa por el juego aéreo, el que puso en más aprietos a los jugadores de lusos, sin embargo, a pesar del peligro, no logró marcar ningún gol. A cambio, la selección balcánica descuidó su defensa y una contra del equipo luso, iniciada por Nani y el luso-brasileño Liedson, dejó a Raul Meireles (Oporto) sólo ante el portero para marcar de disparo cruzado.

Shevchenko se queda fuera

Grecia también consiguió el billete tras imponerse a Ucrania (0-1) con un gol de Dimitrios Salpingidis, delantero del Panathinaikos, en el minuto 31 de juego. El equipo heleno, campeón de Europa en el 2004, disputará un Mundial por segunda vez en su historia, después de haber estado en Estados Unidos 94, donde fue eliminada en la primera fase.

Por su parte, esta derrota en su feudo constituye un serio revés para Ucrania, que partía con ventaja tras el empate a cero de la ida y no fue capaza de aprovecharla. Además, la ex república soviética será organizadora de la Eurocopa de 2012 junto a Polonia. También fue la última oportunidad para el veterano delantero ucraniano Andrei Shevchenko, de 33 años. Tras este varapalo es probable que el Balón de Oro en el 2004 ponga término a su carrera internacional.

Remontada eslovena

Eslovenia dio la campanada tras eliminar a Rusia -semifinalista en la pasada Eurocopa- gracias al valor doble de los goles. Los balcánicos remontaron el resultado adverso cosechado en Moscú (2-1) gracias a un solitario tanto de Dedic. Guus Hiddink, cuyo equipo estuvo cerca de mandar a la todopoderosa Alemania a la repesca, no pudo repetir la gesta lograda con Corea y Australia en anteriores citas y no estará en el Mundial de Sudáfrica, al menos, en un banquillo.