Una igualdad y emoción que no se veía desde los duelos de Eddie Lawson y Kevin Schwantz

La Voz

DEPORTES

09 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La temporada ha sido una de las más apasionantes. Ha habido momentos muy tensos, con carreras como las de Montmeló, con una última vuelta entre Rossi y Lorenzo para enmarcar. Ha habido caídas del italiano, que no fueron otra cosa que producto de la presión a la que le sometía su compañero de equipo. El propio Ángel Nieto reconocía este fin de semana en Cheste que hacía mucho que no se divertía tanto como espectador de un mundial.

En contra de lo que pueda parece, Stoner ha estado más fuerte que nunca. Sus ausencias durante tres carreras le han condicionado la clasificación. En Valencia ha cometido pero siempre ha estado brillante. Igual que Pedrosa, que ha hecho un final de temporada fantástico. Giorgio ha tenido momentos impresionantes, pero también salpicados de algunos errores. Y Valentino ha tenido que esforzarse más que otros años. Si se ha de buscar una decepción en la categoría reina no es otra que Andrea Dovizioso. El italiano tenía por fin una moto oficial, una réplica de la montura de su compañero Dani Pedrosa, y no hay más que ver donde han quedado uno y otro en la clasificación final. Pero con los cuatro magníficos hacía mucho que no me entretenía tanto con un mundial. Diría incluso que desde los tiempos de Eddie Eddie Lawson, Kevin Schwantz o Mike Doohan, no se veía una lucha tan abierta y bonita.

Nunca aposté por Aoyama

Nadie se esperaba que pudiera ganar una Honda el campeonato de 250 y realmente Aoyama se lo ha merecido porque ha sabido jugar en los momentos claves como en la carrera de Malasia. Reconozco que al principio de temporada no habría apostado por él, nunca me lo habría esperado. Bautista, en cambio, me ha decepcionado un poquito. Esperaba de él más fortaleza. Sospecho que Aprilia no le ha dado tan buen material como a otros pilotos. Pero le ha faltado garra. Por su parte, Héctor Barberá ha encontrado por fin un equipo en el que se encuentra a gusto y ha rendido mejor que otros años.

Justicia divina para Simoncelli

Tanto practicar el juego sucio, al final se acaba volviendo en contra de uno. Es lo que le ha pasado al campeón del 2008, Simoncelli. Por fin ha habido justicia divina para un piloto que roza la legalidad en algunas carreras. Pero mucho me temo que no habrá escarmentado de esa lección. Seguirá practicando su juego sucio.

125, triunfo del tesón

En el octavo de litro nos hemos encontrado con el triunfo de esas cosas que a veces florecen en el deporte: fuerza de voluntad, fe, tesón. Julito Simón ha dominado a todos sus rivales con una grandísima dedicación al trabajo. No obstante, para los próximos años el que más me gusta es Márquez. Marcará una época. Es un piloto muy inteligente sobre la moto, muy luchador, con una fe increíble, que no se acompleja ante pilotos más experimentados, y con una trazada muy limpia.

2010, ojo con Ben Spies

Le he observado todo el fin de semana en Valencia. Llegó desde las Superbikes a correr con una wild-card en Cheste. El próximo año será compañero de Edwards en Yamaha. Y ya ha demostrado que es un piloto muy sólido. Teniendo en cuenta lo que hay en la categoría (gente muy conformista), podrá hacer cosas importantes en el próximo mundial, en el que confío que Honda y Yamaha tengan unas virtudes similares. Por el bien del espectáculo.