Arranca una competición en la que los actuales campeones han reforzado su papel de candidatos al título
27 oct 2009 . Actualizado a las 14:50 h.Pocos cambios para que todo siga prácticamente igual. Son tan pocos los retoques que se han producido en la NBA que cualquiera diría que es una repetición de la campaña en la que Kobe Bryant se acercó un poco a su adorado Jordan (les separan un par de anillos) o en la que Phil Jackson se sobrepuso a sus problemas de cadera para convertirse en el entrenador más laureado de la historia de la NBA. Eso sí, para Gasol el reto ya no será perseguir un anillo que se enfundará esta noche, antes de que los Lakers y los Clippers den la salida a la mejor Liga del mundo. Ahora, al español le toca defender el título.
Todo son buenas noticias en los Lakers: siguen Bryant y Jackson; Gasol confirmó en Europa que su lugar está entre los más grandes; e incluso con el fichaje de Ron Artest se han permitido añadir unas cuantas dosis de mala leche a un cóctel casi perfecto.
No hay otro favorito. Y mucho menos en el Oeste, donde su dominio es incontestable. Siguen los sólidos pero cada vez más envejecidos Spurs (Jefferson se ha unido a los clásicos Tim Duncan, Ginobili y Parker). El resto, un erial. A los Lakers solo les queda esperar los play off y examinar las posibilidades de una Conferencia Este en la que habrá tortazos para colocarse en la los puestos de honor.
Orlando, Boston y Cleveland han buscado experiencia para reforzarse. LeBron James tiene un nuevo guardaespaldas: Shaquille O'Neal, quien a sus 38 años no es el mismo que arrasó en su primer decenio en la NBA, pero todavía es capaz de jugar 25 minutos a buen nivel. Orlando ficha a Vince Carter. Dwight Howard habrá mejorado. En Boston apostaron por Rasheed Wallace, más años para los veteranos Celtics.