La tormenta desatada por la marcha de varios internacionales fue con demasiada electricidad y se extendió más de la cuenta. Eso al menos es lo que piensa Vicente del Bosque por las críticas vertidas sobre su persona y la dirección deportiva a raíz del regreso a casa de Puyol y de Xavi, sobre todo del último.
El seleccionador siempre está abierto a todo tipo de sugerencias y, al parecer, el centrocampista del Barcelona le pidió que si podía seguir con el plan de recuperación en la Ciudad Condal con las recomendaciones de los fisioterapeutas de confianza. Y el técnico lo aceptó porque, entre otras cosas, no iba a jugar en Bosnia. Pero la decisión ha levantado demasiada polvareda, algo que molesta a un Del Bosque al que le gusta estar alejado de cualquier polémica.
En esta ocasión no ha podido y está preocupado. Lo que él entendía por flexibilidad ha mutado y se ha convertido en «favoritismo». Así lo pensó hasta el propio Rafa Benítez, técnico del Liverpool, que buscó el mismo indulto para Fernando Torres.
El culebrón fue aumentando de nivel. Había que pararlo. El Niño e Iniesta, dos de los tocados físicamente, se trasladaron ayer a una clínica para comprobar su estado. Aptos y preparados. Enseguida hubo un comunicado oficial. Uno y otro se quedan, aunque lo normal es que no jueguen mañana en Bosnia. La federación se puso firme ante el circo que se avecinaba. Mientras, a distancia, Xavi se interesaba por lo que estaba sucediendo. De haberlo sabido, quizá no se habría ido. También Cesc, que abandonó la concentración por un problema familiar.
Al menos, Fernando Torres y Andrés Iniesta volvieron a trabajar junto al resto de internacionales españoles en Pyunik, en una sesión que completaron entera, salvo el partido final a mitad de campo, en el que Vicente Del Bosque se veía con problemas, tras perder a cinco jugadores -Puyol, Marchena, Cesc Fábregas, Xavi Hernández y Dani Güiza- para enfrentar a dos equipos en un encuentro en reducidas dimensiones. Alineó en un equipo a jugadores que se perfilan todos titulares mañana en Zenica: Iraola, Piqué, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso, Silva y Riera. Se enfrentaron a Albiol, Monreal, Ramos, Senna, Mata, Cazorla y Negredo, con las porterías defendidas por Iker Casillas y Diego López, lo que muestra que Pepe Reina será el único descarte para el último partido de la fase de clasificación mundialista.
El seleccionador mantiene una duda en el centro del campo. En principio, Iniesta iba a disputar minutos en los dos partidos para aumentar el ritmo tras regresar de su lesión, pero el fuerte golpe que recibió frente a Armenia en el mismo muslo que se lesionó en la final de la Liga de Campeones puede hacer a Del Bosque cambiar de idea. El equipo lo formarían: Iker Casillas, Iraola, Piqué, Albiol, Capdevila, Xabi Alonso, Busquets, Silva, Riera, Cazorla o Mata y Negredo.
La selección se trasladará hoy a Zenica (Bosnia), pero antes pasará por Sarajevo, donde visitará a las tropas españolas para entregar al contingente un cargamento deportivo.